Por Roberto Morejón (RHC)

Cuba y Vietnam dieron un paso cardinal para llevar las relaciones económicas al nivel de excelencia de las de índole política, como resultado de la reciente visita del secretario general del Partido Comunista del país indochino, Nguyen Phu Trong.

El alto dirigente partidista se entrevistó en La Habana con las más prominentes autoridades del Estado, incluyendo el presidente Raúl Castro, quien además acompañó al ilustre invitado en su viaje a la oriental Santiago de Cuba.

El secretario general del Partido Comunista de Vietnam recibió el título de Doctor honoris Causa en Ciencias Políticas de la Universidad de La Habana, atendiendo a su trayectoria científica y política.

Fue en ese recinto donde subrayó los ejes del proceso de Renovación en su país, con enseñanzas teórico-prácticas que mostró interés en compartir con Cuba.

El país caribeño sigue atentamente esa y otras modalidades que pueden enriquecer la actualización aquí del modelo económico.

Mientras se crean las condiciones para un mayor intercambio de experiencias, Cuba y Vietnam incrementan los nexos mercantiles, de bienes y servicios así como los financieros.

El país indochino tuvo el gesto de condonar las deudas del gobierno de Cuba con su homólogo y creó las condiciones para expandir su presencia en la economía de la nación antillana, ya visible en el fomento del arroz.

Durante la permanencia del dirigente vietnamita se firmaron 9 acuerdos de carácter estratégico, como la creación de una concesionaria de esa procedencia en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.

Con derecho cubano y capital totalmente vietnamita, la empresa desarrollará un parque industrial en el enclave al oeste de La Habana.

Entidades vietnamitas también reanimarán hoteles habaneros, al administrar y comercializar el nombrado New York, frente al populoso Parque de la Fraternidad actualmente cerrado, y construir otro con categoría 5 estrellas.
 
El alcance de los convenios llega a la energía, al edificarse próximamente por la compañía vietnamita Tin Thanh una bioelécrica, para calzar un plan cubano destinado a aprovechar desechos de la industria azucarera.

Igualmente técnicos del hermano país favorecerán el progreso agrícola combinado con la generación de energía renovable en la oriental provincia de Camagüey.

La solidez de los nexos a los que aportaron decisivamente los líderes Fidel Castro y Ho Chi Minh allanará el camino para aumentar el comercio bilateral hasta 500 millones de dólares anualmente, 300 millones más que hoy.
 
La cuantía podrá alcanzarse porque cotidianamente se confirma el principio subrayado por el presidente Raúl Castro: “La entrañable amistad entre Cuba y Vietnam ha superado la prueba del tiempo”.