Por María Josefina Arce

Venezuela entró en cuenta regresiva con vistas a las elecciones generales de mayo próximo, con el inicio este fin de semana de la campaña de los cinco contendientes a la presidencia del país sudamericano, entre ellos el actual primer mandatario Nicolás Maduro.

Casi 19 millones de venezolanos están llamados a votar el venidero 20 de mayo en unas elecciones marcadas por los empeños de la oposición de deslegitimarlas y los llamados a la población para que se abstenga de acudir a las urnas.

Además de Maduro aspiran a la primera magistratura el pastor evangélico Javier Bertucci, el exgobernador de derecha Henri Falcón, Reinaldo Quijada y Luis Alejandro Ratti.

Falcón es el único representante de la oposición que se inscribió para estas elecciones, pese a que la Mesa de la Unidad Democrática, la principal alianza de partidos de derecha, a la que pertenece, decidió no participar.

La derecha parece tenerle miedo a una nueva derrota, pues a la jornada de mayo el chavismo llegará con tres elecciones ganadas, constituyente, municipales y gobernaciones.

La oposición, coinciden los analistas, no tiene liderazgos genuinos y está desacredita ante el pueblo por sus constantes acciones de violencia que afectan al ciudadano común y que han dejado víctimas fatales en la población civil.

La derecha está claro para muchos no tiene una alternativa de país y solo busca retornar al pasado y echar por tierra los logros de la revolución bolivariana en educación, salud, seguridad social y otras áreas importantes.

Por demás, apoyada y financiada por la oligarquía latinoamericana y Estados Unidos, busca una intervención extranjera que daría al traste con la soberanía e independencia del país sudamericano.

No podemos perder de vista por tanto, que aunque el actual presidente Nicolás Maduro es el principal favorito, la derecha si bien no participa buscará otras vías y esa es como siempre intentar presentar los comicios como fraudulentos y buscar respaldo internacional como hizo infructuosamente en la OEA, donde los países caribeños dieron una fuerte batalla.

Aunque como bien señala la televisora TELESUR no es esta la única política ante las elecciones: la otra es intentar actos de fuerza para conmocionar al país. Recientemente fue desmantelada una célula que preparaba acciones con explosivo sobre puntos neurálgicos como el Consejo Nacional Electoral y la comandancia de la Guardia Nacional Bolivariana.

Si bien Maduro es apoyado por gran parte de la población y los aspirantes chavistas a los consejos legislativos que se elegirán en la misma fecha están en condiciones de ganar, pues están en la calle, en los barrios buscando soluciones a los problemas. no podemos perder de vista que el panorama es bien complejo.

La derecha, aunque desacreditada, intentará una vez más por cualquier vía desestabilizar al país para adueñarse del poder, sin importarle la opinión de la mayoría de los venezolanos.