Por: Roberto Morejón
Las festividades por el Día del Proletariado Mundial son amplias en Cuba y reciben el respaldo del gobierno y la sociedad, por lo que la oportunidad es propicia para destacar el papel de obreros, campesinos y trabajadores de servicios en el avance económico.
El Primero de Mayo se celebra por los cubanos bajo el lema Unidad, compromiso y victoria, muy propicio para poner de relieve NO solo el apoyo al proyecto social vigente sino a su solidez y encausamiento del bienestar y la prosperidad.
De ahí el énfasis de dirigentes gremiales en que el jolgorio fuera aprovechado en las estructuras de base para convertir en éxitos productivos los desafíos del escenario económico nacional.
En la más reciente reunión del Consejo Cubano de Ministros se examinaron las tensiones en relación con la disponibilidad de divisas por incumplimiento de las exportaciones y las dificultades con el abastecimiento de combustibles.
Se trata de aspectos claves que NO son nuevos porque el país los enfrentó con anterioridad, pero es imperativo esfuerzos extras de los trabajadores para materializar la eficiencia, la productividad, el ahorro y la calidad en cada puesto laboral.
A propósito de los festejos de la clase obrera mundial, los sindicatos de la mayor de las Antillas insistieron en la necesidad de que los afiliados tengan plena conciencia de su responsabilidad en la generación de las riquezas demandadas por los ciudadanos.
Una faena especial deben realizar, por ejemplo, los obreros de la construcción porque de acuerdo con los más recientes reportes, el plan de inversiones en Cuba en el primer trimestre de 2018 de estima cumplir en 90 por ciento.
Persisten problemas en esa rama de la economía por déficit de la fuerza de trabajo y la falta de preparación de los participantes en el proceso inversionista.
Tanto en la construcción como en otros ámbitos se requiere que afloren las reservas productivas y aumentar las exportaciones y sustituir importaciones, cuya carga es todavía onerosa para el tesoro público.
El máximo dirigente obrero cubano, Ulises Guilarte de Nacimiento, enfatizó con razón en que el socialismo tiene que vivir de la riqueza creada básicamente por los trabajadores.
De ahí la relevancia de laborar con disciplina, exigencia, dinamismo y capacidad de iniciativa para sortear NO pocos dilemas presentados en fábricas y talleres dada la condición de país pobre, bloqueado por Estados Unidos, y con insuficiencias internas.
La jornada por el Primero de Mayo es un motivo justo para el regocijo por los resultados en el orden laboral, pero a su vez debe generar una reflexión sobre cuánto queda por hacer al movimiento obrero para el cumplimiento de los compromisos productivos.