Por: Roberto Morejón

El rápido y profesional proceso de identificación de los restos de las víctimas del reciente accidente aéreo en La Habana puso de relieve la elevada capacidad técnica y humana de los integrantes del Instituto de Medicina Legal, de Cuba.

Si bien entendidos en la materia auguraron casi un mes para completar el arduo y sofisticado trabajo para el cotejo de los 110 cuerpos hallados sin vida en el lugar del siniestro, los peritos lo hicieron en 8 días.

A la cifra inicial de decesos se añadieron dos más, de los tres supervivientes de la catástrofe ocurrida el 18 de mayo cuando un aparato Boeing-737 con 113 pasajeros, arrendado por Cubana de Aviación, se precipitó a tierra después del despegue.

La aeronave cubría la ruta entre La Habana y la oriental provincia de Holguín, de donde eran oriundas más de 60 de las víctimas del fatal accidente.

NO se trató de un maratón sino de una meticulosa faena a tiempo completo la realizada por los equipos afiliados a la rama médico- legal.

Apegados a su objetivo de solo ofrecer conclusiones si se acompañan de las más estrictas evidencias y sin lugar a dudas, los investigadores se auxiliaron de otras instituciones, pues el Estado cubano puso a su disposición los recursos necesarios.

El Instituto de Medicina Legal, de Cuba, hace gala de una tradición de ética, profesionalidad y acatamiento de la legislación vigente así como a los códigos de actuación vigentes en el mundo.

Se trata del centro de mayor actividad pericial en el campo médico legal en Cuba, con ramificaciones en provincias.

En el Instituto se realizan reconocimientos o necropsias de casos reportados por muerte violenta, fallecidos sin identificar y personas privadas de libertad, entre otros.

La institución presenta en sus filas al primer graduado en Cuba, en mil 987, como Doctor en Ciencias Médicas en la esfera médico-legal, Jorge González Pérez, quien defendió su título en Alemania.

Este profesional y muchos de sus colaboradores son recordados porque durante un lustro buscaron e identificaron en Bolivia a 31 integrantes de la guerrilla de mil 967 de Ernesto Che Guevara.

Los calificados trabajadores del Instituto de Medicina Legal, de Cuba, aportaron con su gestión expedita e inequívoca en el examen de los restos de los accidentados, una contribución notable a los esfuerzos por mitigar el dolor ---si ello es posible--- de los familiares.

El sistema de salud, al que pertenece el plantel asistencial, se prestigia una vez más.

Ahora resta a los lugareños acompañar en su dolor a los parientes de las últimas víctimas cuyos restos fueron identificados en días recientes, como parte de las honras fúnebres rendidas en el país. FIN