Por Nicanor León Cotayo

Esta semana la Casa Blanca dio a conocer su llamada nueva política de Venta de Armas Convencionales (CAT, por sus siglas en inglés).

Lo informó, este domingo, la Agencia noticiosa española EFE en Washington.

Se trata de un documento cuyo objetivo principal es alentar la venta de armas que Estados Unidos explota hace años.

El escrito del Departamento de Estado sustituye el presentado en 2014 por Barack Obama.

Establece tres objetivos fundamentales:

-Dar prioridad a la competencia estratégica

-Crear un clima propicio para cerrar las operaciones de venta de armas

-Reorganizar el modelo de negocio para incrementar su éxito

Pero expertos opinan que esas intenciones resultan vagas e imputan, una vez más, a la administración Trump falta de transparencia.

La titulada normativa enfatiza el "aumento de las oportunidades de negocio" y la “importancia de reforzar la venta de armamentos en el mundo”.

Dos de los aspectos que más interesan a la política de Donald Trump, recogidos en su eslogan: “Hacer a Estados Unidos grande de nuevo”.

Según EFE para lograrlo, la Venta de Armas Convencionales acelera las transacciones armamentísticas de Washington con potenciales clientes extranjeros.

Ello no debe significar que el Congreso quede completamente al margen de tales negocios castrenses.

El gobierno estadounidense informó que en 2017 vendió material de guerra por 41 mil 930 millones de dólares.

Entre sus principales países compradores se encuentran Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, y Egipto.

Ello sucede cuando resulta, cada vez más, evidente un cierto debilitamiento del poderío estadounidense sobre el orbe, y el ascenso gradual de otros contendientes.

(Tomado de Cubasí)