Por: Roberto Morejón
Mientras niños y jóvenes disfrutan los últimos días de sus vacaciones veraniegas, el Ministerio cubano de Educación acelera los preparativos del año lectivo 2018-2019, entre cuyos requerimientos aflora lograr la cobertura docente.
Con buena parte de los inmuebles docentes con las condiciones indispensables para iniciar en septiembre el período escolar, los estrategas del ramo insisten en conseguir un maestro al frente de cada aula.
Con 10 mil capacidades por cubrir porque las graduaciones de las 26 escuelas pedagógicas cubanas NO garantizan hoy sellar la demanda, el
Ministerio de Educación apela entonces a maestros jubilados y egresados de otras especialidades.
Igualmente las autoridades contratan a estudiantes universitarios, algunos docentes reciben grupos adicionales, directivos de escuelas imparten materias y educadores de ciertas provincias apoyan a otras.
La tarea es compleja, pero necesaria porque ningún alumno puede quedar sin maestro y, como dijo la ministra de educación, Ena Elsa Velázquez, “hay que tocar todas las puertas para suplir las necesidades docentes”.
Pasarán algunos años para que, como se espera, los más de 28 mil estudiantes matriculados para el curso venidero egresen de las escuelas pedagógicas y puedan borrar el déficit de profesores en Cuba.
También será ineludible mejorar la estimulación de los docentes, estar al tanto de sus problemas personales, priorizarlos en atenciones médicas y en planes de reparación de viviendas así como acercarles servicios de las comunidades.
Asimismo será imprescindible optimizar el trabajo vocacional con niños y jóvenes porque no es muy común entre ellos encontrar los dispuestos a prepararse para el magisterio en las Universidades.
Las comunidades cubanas deberían enaltecer aún más la profesión y el sistema educacional demanda reforzar los grupos de interés pedagógicos.
Las Universidades podrían dar acceso con más frecuencia a adolescentes y jóvenes para que observen el trabajo de profesores de experiencia e imiten su ejemplo.
Las familias deberían pensar en la urgencia de apoyar a los hijos cuando manifiesten inclinación por el magisterio, en lugar de hacerlos desistir de la idea, pues a todos les interesa que las escuelas permanezcan activas con el claustro profesoral cubierto.
En cualquier sociedad los hombres y mujeres con esa profesión son la piedra angular del enriquecimiento espiritual de un pueblo. El Héroe Nacional José Martí dijo: "La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura."