Por Yillian González
Hace 58 años, con la primera intervención del jefe de la Revolución Cubana Fidel Castro en las Naciones Unidas, quedaba para la historia el récord de su discurso, en tiempo y contenido, pues cuatro horas y veintinueve minutos le sirvieron para denunciar los más acuciantes problemas del mundo, que en un contexto diferente no están distantes de los de hoy, cuando las guerras, el hambre, la pobreza, las afectaciones climáticas, entre otros temas, aún lideran la agenda internacional.
Transcurridos 72 años e igual número de reuniones de la Asamblea General de la ONU, siguen sin prosperar las medidas de carácter político, económico, social y jurídico para paliar esos flagelos.
Por eso jefes de Estado y de gobierno y altos representantes de los 192 países miembros se darán cita en New York a partir del 25 de septiembre en el 73 período de sesiones del principal órgano deliberativo de la ONU, que este año está presidida por la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, la cuarta mujer que llega a ese puesto y la primera latinoamericana.
Volverán a la mesa cuestiones relativas a los derechos humanos, cuando el éxodo migratorio sigue dejando miles de muertos, muchos de ellos en el Mediterráneo, y el Gobierno de Estados Unidos mantiene bajo custodia a unos 400 niños de los más de dos mil alejados de sus padres, a casi dos meses de concluido el plazo para reunificar a las familias separadas en la frontera.
Se hablará de crisis sociopolítica, soberanía, y no intervención en un escenario agravado por la intromisión del imperialismo en gobiernos progresistas como los de Nicaragua y Venezuela, se acentúa el conflicto palestino israelí que ha ocasionado una terrible crisis humanitaria en la Franja de Gaza, y Siria es amenazada constantemente por Estados Unidos ante la inminente victoria contra el terrorismo del gobierno de Bashar al Asad.
Se debatirá sobre el uso de armas nucleares, cambio climático y contaminación en un ambiente matizado por la reciente salida de Washigton del pacto nuclear iraní, y en el que se ignora cada vez más el Acuerdo de París, firmado en 2015.
También se hablará de la necesidad de un comercio equitativo y Cuba someterá nuevamente a votación el proyecto de resolución contra el bloqueo económico comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace más de cincuenta años, y que además de afectar al pueblo caribeño tiene repercusiones extraterritoriales.
A más de medio siglo del histórico discurso de Fidel Castro en la ONU el 26 de septiembre de 1960 perdura su advertencia de que “los países pequeños todavía no se sentían seguros de que su derecho sea preservado”.
NO obstante, regresan 192 representantes a la Asamblea General de Naciones Unidas, muchos dispuestos a que resulte ser una trinchera donde se defienda con hechos la esperanza de los millones de pobres de la tierra.