Por: Guillermo Alvarado
Las últimas semanas de 2018 fueron de pesadilla para el mercado bursátil estadounidense y otros centros de poder financiero en el mundo, donde se teme el fin de un ciclo de estabilidad y el comienzo de nuevos períodos de crisis similares, o aún superiores, a los que se vivieron hace una década.
Wall Street conoció sus momentos más bajos el viernes 21, cuando sus principales indicadores tuvieron pérdidas importantes y aunque después de la navidad hubo un repunte, sobre todo en el índice industrial Dow Jones, éste fue efímero y los especialistas auguran tiempos tormentosos para el año que viene.
El 2018, recordemos, comenzó con graves problemas que no se resolvieron y quedan pendientes o son más graves. El primero de ellos es la política proteccionista aplicada por el presidente de Estados Unidos, que desembocó en una guerra arancelaria con China y otros mercados, incluso aliados suyos, como la Unión Europea.
Al cierre de este año ese conflicto acumuló pérdidas estimadas en 263 mil millones de dólares y un alza de impuestos a las importaciones de 13 mil productos. Aunque en la cumbre del G-20 de Argentina se pactó una tregua de 90 días, nadie sabe que va a pasar cuando termine en marzo y las posibilidades del reinicio de las hostilidades comerciales crean gran incertidumbre.
Tampoco se resolvió el asunto del brexit, es decir la salida del Reino Unido de la Unión Europea y sus consecuencias para el comercio en esa extensa región y sus relaciones con el resto del mundo.
Durante los últimos doce meses continuó la acumulación irresponsable de deuda pública y privada, que ya es de hecho impagable y enfrenta una coyuntura grave tras el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense, que dijo adiós al dinero barato en los mercados.
En nuestro continente la firma de un nuevo Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá no puso fin, sino que empeoró las condiciones de proteccionismo impuestas por Washington.
Por ejemplo, ni el país latinoamericano, ni Ottawa, pueden firmar pactos comerciales abiertos con China, ni con Cuba; la prolongación de los derechos de autor a 70 años es una herida de muerte a la industria de medicamentos genéricos, a lo que se suman medidas de la Casa Blanca para la protección de su mercado interno.
Todo esto lleva a los mismos expertos de la economía capitalista a la conclusión de que no hay ninguna razón para el optimismo. Mark Jolley, estratega global de CCB International Securities; Vishnu Varathan, jefe de economía y estrategia de Mizuho Bank y Peter Schiff, director ejecutivo de Euro Pacific Capital, a quien cité en comentario reciente, coinciden en una visión oscura para el 2019.
Desafortunadamente si los vaticinios se cumplen, todos saldremos afectados como ha ocurrido siempre en las grandes crisis del capitalismo, pero más ahora que vivimos en un mundo globalizado al extremo donde nadie está a salvo de los estornudos de Wall Street.