Por: Guillermo Alvarado
Estados Unidos comenzó el nuevo año con una parte del gobierno paralizado debido a la pugna entre el presidente Donald Trump y el Congreso, a propósito del presupuesto para la construcción del polémico muro a lo largo de toda la frontera con México, que según la Casa Blanca serviría para contener la migración y el tráfico de estupefacientes por esa región.
Desde que durante su campaña electoral el magnate inmobiliario anunció su intención de cercar la línea divisoria del sur de su país, esto ha generado numerosas controversias y discusiones, primero con México, al que Trump pretendía cobrar el valor íntegro de la edificación.
Ahora el debate se ha trasladado al plano interno pues los legisladores del partido Demócrata se oponen con tenacidad a lo que consideran un despropósito, así como un gasto inútil porque no resolverá los problemas de seguridad.
Desde el 21 de diciembre la polémica subió de tono, cuando el jefe de la Casa Blanca amenazó con vetar cualquier proyecto presupuestario si no estaban incluidos los poco más de cinco mil millones de dólares exigidos para adelantar la valla fronteriza.
A partir del día 22 cerca de 800 mil empleados públicos quedaron parados y sin recibir ningún salario, si bien una buena parte de ellos deben laborar sin ninguna remuneración, un amargo regalo navideño de su gobierno y un triste augurio de lo que podría esperarse para este 2019.
Aunque en los últimos días del año recién finalizado hubo reuniones técnicas en ambas cámaras legislativas, el tema no se trató y ahora le tocará resolverlo al nuevo Congreso, donde cambiará la correlación de fuerzas.
En la Cámara de Representantes el partido Demócrata tendrá mayoría, si bien en el Senado los Republicanos mantienen su dominio, pero el tema es que muchos miembros de este partido se han alejado de las posiciones del presidente Trump.
Este insiste en culpar a sus adversarios por la situación e incluso llegó a decir que los empleados en paro forzado están de acuerdo en continuar así hasta que los legisladores cedan en favor del gobernante.
Recordemos que Trump también amenazó con cerrar totalmente la frontera sur, aunque en los últimos días no ha insistido en tal disparate que le costaría a su país pérdidas multimillonarias.
Incluso llegó a culpar a los miembros del partido Demócrata por la muerte de dos niños guatemaltecos, ocurridas en diciembre cuando estaban bajo custodia de los agentes fronterizos y su salud y seguridad eran, por lo tanto, de su total responsabilidad.
No se sabe cuantas horas más, o días, pueda durar este estira y afloja entre legisladores y la casa blanca, pero no cabe duda de que está cada vez más clara la incapacidad del gobernante para actuar como jefe del Estado más poderoso del planeta.