Por: Roberto Morejón

La visita a Europa del ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, permite ilustrar a potenciales inversionistas sobre las facilidades del mercado antillano, explicación que será trasladada a participantes en el Foro de Davos.

El titular cubano cumplió una intensa agenda en Bélgica al entrevistarse con figuras del gobierno, la Cámara de Comercio y hombres de negocios.

Igualmente mantuvo contactos con directivos de la Unión Europea para analizar, entre otros temas, la concertación de proyectos en la nación caribeña, en especial en La Habana, en el año de su aniversario 500.

El diálogo ampliado a varios comisarios europeos se enmarca en el favorable nivel de las relaciones de Cuba con ese bloque, avanzado sobre bases de respeto.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, subrayó recientemente que su país construye espacios de diálogo y cooperación con Europa, con la cual antepone las coincidencias sobre los puntos con diferencias.

Cuba, en la persona de Rodrigo Malmierca, está representada asimismo en un foro de relieve económico tanto para Europa como para el mundo.

En efecto, el Ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera participa en la edición 49 del Foro Económico Mundial en la ciudad suiza de Davos.
En ese ámbito donde acudieron cerca de 3 mil  estadistas, ministros y dirigentes de corporaciones, Malmierca expone los alcances de la actualización del modelo económico en el país caribeño.

Como parte de ese proceso la inversión extranjera pasa a encarnar un eje esencial y NO un simple apéndice.

Tanto en Bélgica como en los Alpes suizos, el enviado cubano ha tenido la misión de explicar el interés de atraer capitales, tecnologías y técnicas de gestión novedosas.

Malmierca, quien definió a Cuba como un mercado de inversión, resaltó las crecientes conexiones aéreas del país y las facilidades para que los inversionistas transfieran al extranjero sus dividendos.

La permanencia del ministro antillano en el Viejo Continente ha permitido detallar las características del régimen fiscal nativo y los afanes de su gobierno para acelerar la  aprobación de los proyectos de inversión.

A tono con una nueva y novedosa Constitución próxima a ser sometida a referendo, Cuba acometerá una mayor separación del Estado de las funciones de los negocios, un asunto de sumo interés para los inversionistas.

A tenor con la utilidad de promover ese tipo de emprendimientos entre europeos y empresarios de otras regiones, Cuba también está interesada en conversar sobre mecanismos dirigidos a limitar los efectos extraterritoriales de la estadounidense ley Helms-Burton.