Por: Guillermo Alvarado
Sin hacer mucha bulla y ante la indiferencia de los grandes medios de comunicación, un serio peligro se cierne sobre la Unión Europea, y en general sobre buena parte del mundo, debido a la articulación de un proyecto destinado a unir a la extrema derecha en el llamado Viejo Continente, de cara a las elecciones del Parlamento Europeo programadas para mayo próximo.
Es una estrategia denominada “El movimiento” -The movement, en inglés- que se viene gestando hace algún tiempo y detrás de la cual está nada menos que Steve Bannon, especialista en medios, ex banquero y antiguo asesor del presidente Donald Trump.
No se trata de un hombre común y corriente, sino de un activo militante de la extrema derecha, que considera un honor que se le llame racista o xenófobo.
Muy habilidoso para manejar las palabras, ha logrado disfrazar el neofascismo y el supremacismo blanco detrás de un término aparentemente inocente: la derecha alternativa, o “alt-right”, muy popular en estos días en la Italia de Mateo Salvini, la Hungría de Víktor Orban, o el Brasil de Jair Bolsonaro.
Bannon tuvo fuertes nexos con la firma Cambridge Analytics, la misma que succionó los datos de 50 millones de usuarios de la red facebook y que fueron utilizados para distorsionar los resultados y garantizar la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, según nos recuerda Katu Arkonada en un artículo publicado en el diario mexicano La Jornada.
Luego de salir del equipo de la Casa Blanca, Steve Bannon ha realizado una intensa actividad en Europa, que incluyó la colaboración con la francesa Marine Le Pen para cambiarle el rostro extremista al Frente Nacional y convertirlo en algo más potable y menos odioso, como “La Agrupación Nacional”.
Más tarde trabajó en Hungría con Viktor Orban, de quien dijo que había sido Trump, antes que Trump. En Budapest organizó un encuentro con la extrema derecha de Polonia, Eslovaquia y la República Checa, ante quienes clamó por que sobreviva el occidente judeo-cristiano, un claro mensaje contra la migración no europea.
También ha realizado encuentros con Alternativa para Alemania, los partidos Demócratas de Suecia, Verdaderos Finlandeses y Vox, de España. De todos ellos es denominador común el ultra nacionalismo, le xenofobia y el racismo.
Bannon no oculta sus intenciones, pues cada vez que tiene la ocasión repite que mayo de 2019 será muy importante para Europa. Su sueño es que en las elecciones al Parlamento Europeo la extrema derecha tome el control, lo que conlleva el peligro de implosionar el mecanismo integrador y, de paso, hacerle un gran favor a su antiguo patrón, el presidente Donald Trump.
¿Se imaginan ustedes el peligro para todo el mundo de una Europa ultraconservadora y nacionalista en extremo? No es un mal momento, amigos, para repasar todos los acontecimientos que llevaron al poder a Adolfo Hitler, en Alemania, y a Benito Mussolini, en Italia, y que bañaron en sangre a casi todo el planeta.