Por: Roberto Morejón

Gran parte de los recursos humanos y materiales de Cuba están en función de lograr la recuperación luego del paso del devastador tornado del 27 de enero, con grave impacto en 4 municipios de La Habana.

Si bien se trata de un país pobre, con limitados patrimonios y bloqueado por Estados Unidos, la alta calificación del personal en la rama tecnológica permitió diseñar un software para guiar el rescate de los inmuebles afectados por el torbellino.

La empresa Geocuba diseñó una aplicación capaz de precisar los daños en el recorrido de 11,5 kilómetros de los fuertes vientos y partículas de polvo que en forma de embudo derribaron edificaciones, árboles y tendido eléctrico.

A partir de imágenes satelitales y de pequeños equipos aéreos no tripulados conocidos como drones se acopió una información ventajosa, complementada con los datos tributados por el Instituto de Meteorología y la Defensa Civil.

A esa documentación se incorporaron precisiones sobre los propietarios de viviendas deterioradas, su tipo y dirección, a fin de entregar a las autoridades un abarcador y puntual expediente.

De esta manera, los especialistas de Geocuba ayudaron a encauzar el indispensable balance documental y estadístico para impulsar el rescate de las zonas perjudicadas por el fenómeno meteorológico.

Se pone de manifiesto la confluencia de factores humanos, materiales y tecnológicos para, bajo la guía estatal, contribuir a la solución de los problemas provocados por el desastre natural, ante la pérdida de bienes sensibles.

Téngase en cuenta que las viviendas quebrantadas fueron cerca de 5 mil, de ellas 502 con derrumbes totales.

Entidades como Geocuba, asociación de empresas estatales de las ramas de la hidrografía, geodesia y cartografía, ponen de relieve su utilidad en la respuesta ante desastres naturales.

Igualmente, Geocuba sobresale por su eficiencia, pues no tiene pérdidas financieras, sustituye importaciones y aporta a sectores fundamentales como las industrias farmacéutica y alimentaria.

El grupo empresarial de referencia favorece la soberanía que Cuba propugna a partir de la apropiación y dominio de las tecnologías.

Por esa razón se profundiza en el aumento de los conocimientos propios con la formación de científicos y técnicos en universidades, politécnicos y otros

sitios como los Joven Club de computación.

Los cubanos trabajan por la seguridad e invulnerabilidad de las redes de telecomunicaciones, emplear tecnologías abiertas y generar capacidades propias para el fomento de la investigación, el desarrollo y la innovación.