Por: Guillermo Alvarado.RHC.

El Senado de Estados Unidos aprobó por mayoría una resolución donde rechaza la participación del ejército de su país en la cruel guerra contra Yemen, a la vez que recuerda al presidente Donald Trump que es el órgano legislativo a quien corresponde aprobar operaciones militares en el exterior, y no al ejecutivo.

El senador del partido Republicano, Mike Lee, dijo que "Ayudamos a un poder extranjero a bombardear a sus adversarios, en algo que sin duda e irrefutablemente es una guerra".

Desde que en 2015 Arabia Saudita inició una serie de bombardeos contra la población yemenita, Estados Unidos se sumó a esta campaña, pero sin contar con la autorización del Congreso, lo que viola las leyes de ese país.

En Yemen se desarrollaba en esos momentos un enfrentamiento entre las tropas leales al presidente Abd Rabbuh Mansur al Hadi, y grupos rebeldes hutíes que avanzaron hacia el sur y obligaron al gobierno a abandonar el país.

Mansur al Hadi fue acogido por el régimen saudita, quien pasó a encabezar una cruel guerra contra la población, con bombardeos masivos que destruyeron prácticamente la infraestructura sanitaria, vías de comunicación y causaron daños graves  en varias ciudades, cuyos habitantes huyeron hacia improvisados campamentos en el interior.

Muchos de los aviones utilizados por Arabia Saudita, así como la mayor parte de bombas, algunas prohibidas por las convenciones internacionales, como las de racimo, por ejemplo, son fabricadas y vendidas por Estados Unidos.

La destrucción del país es tal, que unos 20 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir y de ellos al menos siete millones están al borde de la hambruna.  Organismos internacionales calcularon que cerca de 85 mil niños menores de cinco años fallecieron como consecuencia de la desnutrición.

El hacinamiento y las pésimas condiciones de salud de los refugiados provocaron un brote de cólera, calificado por la Organización Internacional de la Salud, OMS, como uno de los más grandes en la historia moderna.

Recientemente las partes en conflicto lograron sentarse a la mesa de negociaciones y pactaron un cese del fuego en la provincia de Hodeida, por cuyo puerto del mismo nombre está el principal punto de acceso para el desembarco de alimentos y otro tipo de ayuda, pero que estuvo cerrado mucho tiempo por los enfrentamientos.

El proyecto aprobado por el Senado  debe pasar a la Cámara de Representantes, donde se da por descontado que reciba el apoyo de la mayoría del Partido Demócrata, pero ya el presidente Trump, fiel a su estilo truculento, amenazó con vetarlo.

En Yemen cada día se cometen los peores tipos de violaciones a los derechos humanos, que constituyen crímenes de guerra, y de los que Estados Unidos es, no cómplice, sino coautor y por los que debería responder un día ante las autoridades internacionales correspondientes.