Por: Roberto Morejón
Los cubanos recuerdan el ataque mercenario a Playa Girón en 1961, organizado por Estados Unidos, cuya administración actual recrudece el hostigamiento contra el archipiélago caribeño.
En todo el país rememoraron la proclamación del carácter socialista de la Revolución en la despedida de duelo de las víctimas del bombardeo a los aeropuertos del 15 de abril, perpetrado por aviones enviados por Washington.
El líder histórico de la Revolución Fidel Castro y decenas de miles de habaneros fueron actores principales de la declaración del socialismo y del énfasis en la firmeza, unidad, soberanía e independencia.
Después del histórico anuncio comenzó la invasión mercenaria por la sureña Ciénaga de Zapata, derrotada por milicianos, pobladores y las bisoñas fuerzas armadas.
Los acontecimientos en Playa Girón bautizaron con fuego la reciedumbre de la entonces joven Revolución y contribuyeron a forjar el Partido directriz de la sociedad, desde necesarias confluencias políticas.
Con la primera derrota del imperialismo norteamericano en América, el proyecto social vigente se hizo más irreversible aun cuando debió enfrentar la agresividad de Estados Unidos.
Acciones encubiertas, sabotajes, intentos de asesinato contra Fidel y otros líderes, bloqueo económico y una ofensiva mediática constituyeron los instrumentos de la Casa Blanca contra la mayor de las Antillas, luego del revés de los invasores en Girón.
Con coraje, inteligencia e inmaculada unidad los cubanos sortearon en los últimos 58 años la beligerancia de la potencia del Norte, ahora agravada por el presidente Donald Trump.
NO por casualidad el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, se regodea en Miami con los remanentes de la tristemente célebre Brigada 2506, la misma que un pueblo heroico e insuficientemente armado derrotó en mil 961.
Bolton, Mike Pence, Marco Rubio y Mike Pompeo encabezan una cruzada para borrar las experiencias progresistas en América Latina, incluyendo la de Cuba.
Las febriles medidas adoptadas recientemente así lo confirman.
Estados Unidos aumenta multas a bancos que operan con Cuba, penaliza a barcos encargados del trasiego de petróleo desde Venezuela a la mayor de las Antillas y restablece el título III de la Ley Helms Burton.
Los ataques contra Venezuela, Nicaragua y Cuba se inscriben en el reverdecimiento de la Doctrina Monroe, aquella de América para los Americanos, socorrida sin escrúpulos.
En ese contexto de perenne acometividad enemiga, los cubanos fortalecen la defensa, impulsan el autoabastecimiento territorial y evocan las enseñanzas de Girón, ineludibles cuando los poderosos pisotean el Derecho Internacional.