Por María Josefina Arce.

En La Habana en 2014 América Latina y el Caribe fue proclamada como Zona de paz, sin embargo, los acontecimientos de los últimos tiempos son una amenaza para la seguridad y estabilidad de la región, hoy en el foco de Estados Unidos que ha reactivado su colonialista Doctrina Monroe.

Los pueblos latinoamericanos, con gobiernos progresistas como Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, son en la actualidad objeto de amenazas y acciones agresivas que ponen en riesgo su soberanía e independencia, contra la que también atenta la presencia militar norteamericana en varias naciones.

Estados Unidos y la OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, tienen más de 800 bases militares en todo el mundo. En América Latina el número está entre 70 y 80, según diversas fuentes. La mayor parte de ellas se ubican en Centroamérica y el Caribe.

Pero Washington también tiene una fuerte presencia militar en países cercanos a Venezuela, objeto de sanciones económicas, acciones violentas y un fallido golpe de estado de la derecha, promovido por el país norteño.

En opinión de los analistas la guerra que Estados Unidos lleva a cabo contra Venezuela necesita de una fuerza regional que intervenga no solo en lo económico y político, también en lo militar.

Por eso en la oriental provincia cubana de Guantánamo se alzaron las voces de numerosas personas para exigir el desmantelamiento de esos enclaves. Con la participación de más de 200 delegados de los cinco continentes sesionó el Sexto Seminario Internacional por la Paz y la Abolición de las Bases Militares Extranjeras.

Auspiciado por el Movimiento cubano por la Paz y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, el evento iniciado a finales de la pasada década en Guantánamo tiene carácter bianual y reúne a académicos, líderes sindicales, y pacifistas.

En esta ocasión el encuentro cobra una especial relevancia dado el recrudecimiento de la política hostil norteamericana hacia Cuba. La administración del presidente Donald Trump acaba de activar el título III de la Ley Helms- Burton, y un paquete de medidas para intensificar el bloqueo que desde hace casi seis décadas mantiene contra el pueblo del archipiélago.

A eso se une que desde hace más de 120 años Estados Unidos mantiene en la oriental bahía de Guantánamo, una ilegal base militar en contra de la voluntad del gobierno y el pueblo cubano.

Desde ese enclave se han producido cientos de provocaciones que llegaron hasta el asesinato de pescadores y jóvenes soldados cubanos, mientras en los últimos años ha servido de cárcel para prisioneros de la supuesta lucha norteamericana contra el terrorismo.

Durante el seminario quedó oficialmente instituido el 23 febrero como Día Mundial por la Paz y contra las bases militares extranjeras en el mundo, una jornada propicia para defender la soberanía e independencia de los pueblos,

Necesario es este encuentro que cada dos años tiene lugar en Guantánamo para coordinar acciones en la lucha por el desmantelamiento de las bases militares en el mundo, que no solo atentan contra la integridad de los ciudadanos de las naciones donde están enclavadas, sino contra la soberanía, la paz y la estabilidad mundial.