Por: Guillermo Alvarado

Faltan menos de dos semanas para las elecciones al Parlamento Europeo, programadas del 23 al 26 de mayo, y la mayoría de los debates permanecen centrados en temas como las oleadas de migrantes y la forma de contenerlas, o la creación de un ejército común en el bloque continental.

Las votaciones se realizarán en un plazo de cuatro días porque cada país las programó según su propia agenda.

Sin embargo los debates entre los partidos políticos son muy semejantes en los distintos lugares y el asunto de las intensas corrientes migratorias de los años recientes ocupa un lugar central.

Las agrupaciones de derecha y extrema derecha, por ejemplo, proponen formas de enfrentar el problema por medio de severas restricciones, toda vez que el reparto por cuotas que se había acordado fracasó de hecho.

Desde mediados de 2018 Italia, gobernada por una coalición conservadora, cerró sus puertos a los barcos que rescataban personas en el mar Mediterráneo, acarreando con ello una crisis humanitaria.

A pesar de todas las barreras, unos dos millones de personas arribaron a costas europeas desde 2014 y hasta la fecha, pero son aún grandes multitudes las que aguardan una oportunidad para lanzarse a la aventura de cruzar el mar en precarias embarcaciones.

Organizaciones progresistas señalan otra arista de este tema y es que muchos países de la Unión Europea tienen muy bajas tasas de natalidad y dentro de poco tiempo necesitarán millones de trabajadores para mantener funcionando su economía y pagar las pensiones de sus jubilados, y esa mano de obra solo puede salir de los migrantes.

Pero este es solo uno de los grandes temas de los debates electorales. Otro punto quemante es el proyecto impulsado sobre todo por Francia y Alemania de crear un ejército comunitario que sería el encargado de la defensa en el mecanismo integrador.

Estados Unidos ve con recelo esta iniciativa que le quitaría protagonismo a su principal punta de lanza en el viejo continente, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.

Los seguidores del plan afirman que no se trata de incrementar el gasto militar, sino de reorganizarlo. El bloque continental invierte cada año en defensa unos 200 mil millones de euros, pero de manera fragmentada.

En el bando de los que se oponen, la izquierda, los social demócratas y los ambientalistas, señalan que la derecha se resiste a analizar una política fiscal común, pero sí quiere un ejército para todos, lo que es contradictorio.

En los días que faltan para la elección de los 751 diputados del Parlamento Europeo se mantendrán estas discusiones y habrá que esperar para conocer cuál será el rumbo de un bloque más comercial y económico que político, que despierta entusiasmo en unos y escepticismo en otros.