Por María Josefina Arce.
Todos a la calle es la consigna del movimiento “Ciudadanos Cansados” que convocó a una marcha el venidero día 30 en Santiago de Chile, la capital, y en otras importantes ciudades del país, en contra de la gestión del gobierno que preside Sebastián Piñera.
Más de una decena de agrupaciones de proyección nacional que incluyen a sindicatos, organizaciones estudiantiles, de profesores y sociales, así como la coordinara nacional No + AFP han confirmado su participación en la demostración de finales de este mes.
En un año de mandato ha ido cayendo a ritmo acelerado el grado de aceptación del actual gobierno, que no ha cumplido con sus promesas de campaña de años mejores. Un punto de gran fricción es la reforma del sistema de pensiones que propone el ejecutivo y que los chilenos estiman no cumple con las expectativas populares y no resuelve los problemas de fondo.
Una reciente encuesta de la consultora Cadem, citada por la agencia Pensa Latina, arrojó que 53 por ciento de los chilenos están en desacuerdo con la reforma de pensiones.
Solo 35 por ciento expresó su conformidad con esa iniciativa, sobre la cual el gobierno logró a duras penas que la Cámara de Diputados acordara por mayoría legislar sobre ella.
La mayoría de los ciudadanos estiman que de acuerdo con la propuesta del gobierno, los actuales jubilados solo aumentarán sus pensiones en 22 mil pesos chilenos, unos 30 dólares, y para recibir un poco más deberán tener 80 años.
Por demás, mantiene vivas a las denominadas AFP, Administradoras de Fondos de Pensiones, entidades privadas del sector financiero, un remanente de la dictadura militar de Augusto Pinochet, quien privatizó el sistema de pensiones.
La supresión de las AFP es un reclamo de la mayoría de los chilenos, que ha visto con el pasar de las décadas como dichas entidades aumentan sus ganancias, mientras que las pensiones no alcanzan para cubrir las necesidades básicas.
De hecho el dinero que recaudan las AFP de las cotizaciones es más del doble de lo que pagan en pensiones. Mientras tanto, los empleadores y el Gobierno chileno no contribuyen a las cuentas de los trabajadores.
Los chilenos demandan mejores jubilaciones y la creación de un sistema de pensiones más solidario y ajeno al mercantilismo.
La marcha también ha sido convocada en contra de la corrupción y de los abusos de las grandes empresas con el aumento desmedido de los precios de servicios de electricidad, gas, agua y transporte público, entre otras medidas que perjudican a la población.
Los analistas destacan que la jornada de protestas tendrá lugar 48 horas antes de que el presidente Sebastián Piñera realice su cuenta pública 2019, lo que da la medida de la desaprobación popular.
Lo cierto es que la mayoría de los chilenos no aprueba la gestión de Piñera en este primer año de su segundo mandato y que ha estado marcado entre otros temas por el asesinato a manos de la policía del joven mapuche Camilo Catrillanca. El próximo día 30 volverán a mostrar su descontento con la política económica del gobierno que ha ahondado las desigualdades.