Por María Josefina Arce

Como cada año el Comité de Descolonización de la ONU examinó la situación de Puerto Rico; colonia desde 1898 de Estados Unidos, aunque el vecino del Norte intenta vender otra imagen bajo la falsa condición de Estados Libre Asociado.

Desde 1972 en que Cuba introdujera el tema, el Comité ha aprobado una treintena de resoluciones que reconocen el derecho del pueblo boricua a la libre autodeterminación e independencia y que demandan a Washington asumir su responsabilidad.

Sin embargo, las sucesivas administraciones norteamericanas han ignorado estos documentos y niegan el estatus colonial de Puerto Rico, que sufre en la actualidad los dictámenes injerencistas de una Junta de Control Fiscal, creada por el Congreso norteamericano a través de la mal llamada Ley Promesa, para controlar las finanzas gubernamentales.

Hasta el recinto de la ONU, en la ciudad norteamericana de Nueva York, llegaron nuevamente en las últimas horas representantes del pueblo boricua para denunciar el difícil panorama de la isla, a la que durante más de un siglo se le ha negado su derecho a la independencia y la soberanía.

Con la imposición en 2016 por el gobierno del entonces presidente estadounidense Barack Obama de la Junta , cuyo poder está por encima de cualquier otra institución, los puertorriqueños han visto empeorar sus condiciones de vida.

Los oradores denunciaron que esa instancia saquea las riquezas del país y deja en una situación de vulnerabilidad a la población, ante el cierre de hospitales, escuelas y otros servicios básicos.

Asimismo, expresaron su creciente preocupación por las medidas de austeridad que se le imponen a la Universidad de Puerto Rico, con un recorte que ronda los 450 millones de dólares de cara al año fiscal 2023.

Eduardo Villanueva, presidente del Comité Pro Derechos humanos de Puerto Rico, señaló que se está destruyendo esa institución, para convertirla en un colegio técnico, alejada de las ciencias sociales, las humanidades y el pensamiento crítico.

La crisis económica del modelo colonial ha sido complementada por el catastrófico paso de los huracanes Irma y María en septiembre de 2017, que aumentaron los niveles de pobreza en la población.

En la actualidad el índice de pobreza está en cincuenta por ciento, y los niños y jóvenes son el sector más dañado por este flagelo. El Instituto del Desarrollo de la Juventud afirmó que es hora de que se pongan en práctica políticas públicas que ataquen este problema, pues, señaló, está en riesgo el futuro y la prosperidad del país.

Con la engañosa condición de Estado Libre Asociado a Puerto Rico se le desconoce su naturaleza de nación latinoamericana y caribeña que tiene su propia e inconfundible identidad nacional.

Pero además se ignora el sentir de muchos puertorriqueños que abogan por la independencia y soberanía, y que no quieren continuar siendo un país olvidado y abandonado a su suerte por el imperio.

Puerto Rico no está solo, son muchos los países, gobiernos y personalidades que acompañan a ese valeroso pueblo que ha mantenido viva su identidad, y que demanda que se ponga fin a su condición de colonia.