Por: María Josefina Arce

La presión ha aumentado sobre el gobierno colonial de Puerto Rico. Las protestas que se iniciaron desde mediados de este mes han ido ganando en intensidad y en la actualidad son decenas de miles los puertorriqueños que salen a las calles a reclamar la renuncia del gobernador Ricardo Roselló.

Hoy las manifestaciones aglutinan a todos los sectores de la sociedad. Deportistas y reconocidos artistas como Ricky Martin encabezan las protestas que se desataron luego de que fuera revelado un chat privado entre el gobernador y varios de sus allegados que contenía comentarios homofóbicos, sexistas y de burla.

Más de una semana se han cumplido de las protestas, en algunas ocasiones violentas y que han sido reprimidas fuertemente por la policía, pero el gobernador no tiene en sus planes renunciar, y contrario a lo que piensa y exige la población, dijo que se mantendrá en el cargo hasta su culminación en febrero de 2021.

Claro que buscando apaciguar los ánimos afirmó que no se presentará para una reeleción el venidero año y dimitirá como jefe del Partido Nuevo Progresista. Ya con anterioridad había prescindido de los colaboradores que aparecen en el chat.

Pero lo cierto es que las casi 900 páginas ofensivas del chat privado en la red social Telegram fueron la gota que colmó la copa. La gestión de Roselló ha sido fuertemente cuestionada en numerosas ocasiones en los últimos tiempos.

El escándalo solo sacó a la luz el sentir de la mayoría de los puertorriqueños, que son testigos de la intolerable situación económica y social que reina en la isla, colonia de Estados Unidos desde 1898.

Puerto Rico enfrenta un dificil panorama económico. El país tiene una deuda de unos 70 MIL millones de dólares y sufre hoy por tanto los designios injerencistas de una Junta de Control Fiscal, impuesta por Estados Unidos para controlar las finanzas.

Recortes y despidos en esferas como la salud, educación y en los servicios son algunas de las consecuencias de la Junta, impuesta desde 2016 a la nación latinoamericana por la entonces administración de Barack Obama.

La Junta, como han denunciado muchos, tiene poder para llegar adonde quiera y sus acciones llevan al saqueo de las riquezas del país, al tiempo que deja a la población en una situación de vulnerabilidad.

El mal manejo de la tragedia provocada por el huracán María a su paso en septiembre de 2017 por el territorio puertorriqueño también sembró un gran malestar entre los ciudadanos.

A un año de ocurrida la tragedia todavía en Puerto Rico había numerosos damnificados esperando ayuda, ante la morosidad de las autoridades coloniales que, por demás, no fueron ni siquiera capaces de dar correctamente la cifra de víctimas.

De 64 muertos que admitieron en un inicio, la cifra real ascendió a más de tres MIL.

A toda esta mala gestión se sumaron casos de corrupción de varios ex funcionarios, acusados de robo y lavado de dinero y por último los groseros chat que han caldeado los ánimos.

Roselló se niega a dimitir, pero no lo tiene nada fácil, la presión en la calle no disminuye, por el contrario aumenta con el paso de los días. Los puertorriqueños están cansados de la mala administración y de sufrir las consecuencias de ser una colonia de Estados Unidos.