Por: Roberto Morejón
El Foro de Sao Paulo y su más reciente edición en Caracas constituyen una plataforma vital hacia la unidad de las fuerzas progresistas, importancia en la que insistió Cuba, con su presidente Miguel Díaz Canel en la clausura.
El estadista reafirmó con su presencia en la capital de Venezuela la relevancia otorgada al Foro de Sao Paulo en circunstancias difíciles para los movimientos opuestos a la ofensiva neoliberal, la derecha más recalcitrante y la administración estadounidense.
Cuba siempre ha sido solidaria con otros países, pero también requiere de esa fraternidad cuando emprende un esfuerzo crucial por defender su soberanía y avanzar en la economía.
Y lo hace cuando enfrenta un antagonista obsesivo, capaz de recrudecer el bloqueo y las sanciones contra entidades y personas, en aras de exterminar el ejemplo irradiado por la mayor de las Antillas.
Mientras la administración Trump pisotea la legalidad internacional y amenaza a todos, la Revolución Cubana resiste en medio de carencias que pueden aumentar, entre ellas la del combustible.
Estados Unidos, cuya administración resucitó públicamente la agresiva Doctrina Monroe, explora apropiarse de Cuba y como NO lo consigue, la asedia en los campos financiero, comercial y mediático.
La nación caribeña ofreció recientemente una estadística ilustrativa, pues entre marzo de 2018 y abril de 2019 el bloqueo estadounidense le ocasionó pérdidas por más de 4 mil millones de dólares.
Mientras Washington persigue estrangular a la mayor de las Antillas, trata de quebrantar a Venezuela mediante penurias hacia las que trabajan las sanciones unilaterales desde el Norte.
En momentos de arremetida de la derecha de este continente para afianzar gobiernos neoliberales y hostiles contra Venezuela, se impone la hermandad entre las fuerzas revolucionarias y progresistas.
Todavía es válido el llamado “Consenso de Nuestra América”, aprobado en 2017 en Nicaragua por el Foro de Sao Paulo, enfilado hacia la imprescindible alianza de los conglomerados sociales de avanzada.
El presidente Miguel Díaz Canel dijo en Caracas que “la unidad latinoamericana es más necesaria que nunca”.
También evocó el pensamiento de los líderes Fidel Castro y Hugo Chávez, quienes ---recordó el dignatario cubano--- tuvieron entre sus anhelos la unidad y la integración.
No importa que en medio de la acometida conservadora en América Latina, muchas de las corrientes más honestas alberguen más interrogantes que respuestas y más desafíos que vencer que soluciones rápidas de hallar.
Todos deben vigorizar la energía moral continental frente al accionar contrarrevolucionario.
