Por: María Josefina Arce

En un momento nada favorable para el presidente Mauricio Macri se ha hecho presente en la Argentina una representación del FMI, Fondo Monetario Internacional, que revisa el cumplimiento de los ajustes fiscales, tras el acuerdo pactado entre las dos partes el pasado año para la concesión de un préstamo ante la difícil situación económica que atraviesa el país.

El organismo financiero ha ido a la nación sudamericana a cuidar sus intereses, luego de los negativos resultados para el actual mandatario de las PASO, elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, que parecen ser un anticipo de lo que ocurrirá en los comicios generales de octubre venidero.

Y por supuesto a conocer de cerca al nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, nombrado por Macri luego de la debacle de las elecciones primarias y que sustituyó a Nicolás Dujovne, quien fuera el encargado de las negociaciones para el acuerdo con el Fondo.

Ya la representación del FMI ha mantenido algunos encuentros con funcionarios del gubernamental Cambiemos, que se han empeñado en mostrar que la contundente derrota de Macri en las PASO no ha afectado la relación con el mecanismo financiero.

Lo cierto es que la situación es bien escabrosa para el presidente y su ejecutivo. Los mercados cayeron estrepitosamente tras los resultados electorales, que aunque ya se vaticinaban por las encuestas, no daban una victoria tan convincente de la dupla del opositor Frente de Todos, Alberto Fernández y Cristina Fernández

El peso también sufrió una fuerte devaluación frente al dólar, lo que llevó al gabinete a adoptar una serie de medidas para intentar mantenerse a flote y ver menos dañada su imagen ante los argentinos, de cara a las aspiraciones reeleccionistas de Macri.

Pero estas acciones, recuerdan los especialistas, no estaban entre las posibles a adoptar, luego del acuerdo con el FMI que tantas críticas generó en la sociedad argentina por los ajustes del organismo que generan más pobreza y hambre y que ya son bien conocidos por los ciudadanos del estado sudamericano.

Esta quinta revisión en la que el equipo técnico evaluará la futura aprobación por el directorio del último monto para mediados de septiembre tiene lugar en medio de una fuerte tensión económica.

La representación del FMI también se reunirá con Alberto Fernández, con quien ya en junio pasado, antes de las primarias, había mantenido contactos. En esa ocasión el candidato presidencial por el Frente de Todos planteó, entre otras cosas, la disposición a reformular los acuerdos con ese organismo sin exigir más esfuerzos al pueblo.

El panorama es bien difícil para Macri que ha caído en picada. La difícil situación económica del país le pasó la cuenta en las elecciones primarias. Los argentinos están cansados de constantes subidas de los precios de los productos de la canasta básica y de los servicios, pero además no ven con buenos ojos la intromisión del FMI.

Por demás, el gobierno aunque consciente del descontento de la población debe cumplir con lo pactado con el organismo financiero internacional, o se vería amenazado el préstamo. La realidad es que Macri está en una encrucijada, y al final no se vislumbran buenas posibilidades para sus deseos de mantenerse en la Casa Rosada.