Por: Pedro Martínez Pírez
La desfachatez, la mentira y la perversidad del Imperio se derrumban ante la altura moral acumulada por la digna historia de las misiones cubanas de la Salud, escribió en la red social Twitter el presidente de Cuba, ingeniero Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
La reflexión del primer mandatario cubano dio continuidad a la enérgica denuncia formulada por la Cancillería de la Mayor de las Antillas sobre la reciente decisión yanqui de instrumentar un programa destinado a financiar acciones y búsqueda de información para desacreditar y sabotear la colaboración internacional que presta Cuba en la esfera de la salud en decenas de países y para beneficio de millones de personas.
Esta campaña forma parte del incremento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, que en los últimos tiempos activó el capítulo tres de la ley Helms-Burton, prohibió el viaje de Cruceros a puertos cubanos y trata de sabotear los envíos de petróleo venezolano a la nación antillana.
La campaña para sabotear la colaboración médica cubana tuvo la complicidad del actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y se inscribe en el propósito de la actual administración estadounidense de implantar en América la Doctrina Monroe y liquidar los procesos revolucionarios en Cuba, Venezuela y otras naciones de nuestro continente.
Para la camarilla ultraconservadora instalada en la Casa Blanca de nada valen los reconocimientos internacionales que ha recibido Cuba desde que en mayo de 1963 inició en Argelia el programa de cooperación médica, para actuar solidariamente en momentos trágicos de desastres naturales, terremotos, inundaciones, epidemias y otros eventos.
Como afirmó el Ministro cubano de Salud, José Portal Miranda, no es aceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruismo de los más de 400 mil colaboradores cubanos de la Salud que han cumplido misiones en 164 países, llevando los mejores saberes y el más elevado desempeño integral.
Y a ese formidable esfuerzo se une la acción de Cuba en la masiva formación de médicos mediante la ELAM, Escuela Latinoamericana de Medicina, creada hace veinte años por el entonces Presidente Fidel Castro, y de la cual han egresado 29 mil médicos de varios continentes, la mayoría jóvenes de familias humildes del llamado tercer mundo, y también de los Estados Unidos.
Es la grandeza de una pequeña nación, Cuba, que tiene como vecino, Estados Unidos, un país destinado por la providencia, como advirtió Simón Bolívar, para plagar a la América de miseria en nombre de la Libertad.