Por María Josefina Arce

Los sucesos de los últimos tiempos en América Latina evidencian que es tiempo de cambiar el modelo económico que desde hace décadas impera en algunas naciones del área y que ha ahondado las desigualdades. Por eso desde este viernes La Habana es la capital de la resistencia y lucha contra el neoliberalismo.

Un modelo que comienza a mostrar más abiertamente sus grietas. En las últimas semanas miles de personas en Ecuador, Haití y Chile han tomado las calles en protesta por medidas que afectan a la gran mayoría de la población y contra gobiernos que no representan a sus pueblos.

En Argentina los ciudadanos cansados del constante incremento de los precios de servicios básicos y de la canasta familiar castigaron en las urnas el pasado día 27 al gobierno neoliberal del presidente Mauricio Macri y decidieron a favor de otro proyecto de país, más justo y equitativo.

La región tiene toda una cultura de movilizaciones para exigir la ampliación de derechos y una disminución de las históricas injusticias sociales.

También de lucha ante las pretensiones de algunos de imponer proyectos injerencistas, como el caso del ALCA, Area de Libre Comercio para las Américas. En 2005 en la ciudad argentina de Mar del Plata durante la Cumbre de las Américas los pueblos dijeron NO a ese modelo colonialista, ideado por Estados Unidos para mantener su dominio en la región.

Miseria, analfabetismo, desempleo, desnutrición y saqueo de los recursos naturales es el resultado de la imposición de esas políticas que están presentes en algunos países de la región, que es hoy escenario de fuertes estallidos sociales.

Es tiempo de coordinar acciones y estrategias, y un escenario idóneo será el Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo, que hasta el 3 de noviembre sesionará en esta capital.

La cita debe propiciar una mayor articulación y unidad de la lucha de los movimientos sociales, pues tiene lugar en medio de resultados electorales y levantamientos populares que confirman que no existe un retroceso de la izquierda en el Latinoamerica.

Unos MIL delegados participarán en el evento, que tendrá como eje central el pensamiento del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, y el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, quienes promovieron un mundo de paz, más solidario y equitativo.

Cuba, que es ejemplo ante el mundo de dignidad y resistencia, pero también de humanismo, volverá a ser un punto de encuentro de quienes en el mundo defienden la paz, la solidaridad entre los pueblos, la justicia y la democracia, y se oponen a todo tipo de injerencia y formas de dominación.