Por: Roberto Morejón
La trigésimo séptima Feria Internacional de La Habana sesiona en momentos cruciales para la economía cubana.
El país sufre una brutal escalada del bloqueo estadounidense y limitaciones materiales internas además de realizar un trabajo mayúsculo para captar inversiones así como exportar más bienes y servicios.
Conocida por sus siglas FIHAV, una de las principales bolsas comerciales de América Latina y el Caribe refleja el intento de los cubanos por ofrecer sus potencialidades, explorar negocios y concertar acuerdos.
La tarea es compleja por las sanciones estadounidenses, dirigidas a desestimular el arribo de hombres de negocios.
Con cuidado los estrategas de la economía organizan estas ferias, porque la inversión extranjera directa resulta determinante para el plan de desarrollo doméstico hasta 2030.
La mayor de las Antillas demanda más de 2 mil millones de dólares anualmente por esa vía, que además trae tecnologías y mercados.
El gobierno dirige los recursos captados a esferas cruciales como los encadenamientos productivos, generación de exportaciones y sustitución de importaciones.
Bajo ese principio, en la trigésimo séptima Feria Internacional de La Habana aguardan con expectación la nueva Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera 2019-2010, visible en el 4to Foro de Negocios.
Si bien resulta clave la marcha de la muestra comercial en el recinto habanero de EXPOCUBA, también lo es la continuidad de la preparación de los empresarios locales.
Expertos insisten en el adiestramiento de ese personal a fin de dinamizar los procesos de entendimiento desde el surgimiento de una propuesta de inversión hasta la rúbrica del acuerdo.
La tramitación de las autorizaciones para la puesta en vigor de los proyectos y la reducción de las etapas planteadas para las discusiones, también se insertan en los esfuerzos de la mayor de las Antillas para imprimirle velocidad a los procesos de envíos de capitales.
La Feria también es una ventana concluyente para las empresas nacionales e incluso para las cooperativas NO agropecuarias, al punto de que una de ellas se hizo presente en el recinto expositivo.
Informes recientes se refieren a los planes de Cuba de potenciar los polos productores-exportadores, parques industriales y científico-tecnológicos, empresas de alta tecnología y zonas especiales.
Entre esas últimas resalta la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, al oeste de La Habana, con 48 inversiones aprobadas, con impacto en la industria, la logística y la construcción.
Los cubanos NO se cruzan de brazos ante el despiadado intento de la administración del presidente Donald Trump de cortarle las vías de financiamiento.
FIHAV 37 es un ejemplo.