Por: Guillermo Alvarado
Cuando falta apenas un mes y cinco días para el cambio de gobierno en Argentina, continúa el balance de los daños dejados por cuatro años de la administración de Mauricio Macri, que causó estragos en casi todos los sectores de la vida económica y social de esa nación.
Hace pocas horas el diario Página 12 publicó un artículo donde revela cómo las malas decisiones del gobierno que está por terminar afectaron al sector empresarial, al grado de que en el trimestre julio-septiembre de este año se registró la inusual cifra de 7 quiebras o declaraciones de insolvencia por día.
El informe fue elaborado por el Centro de Economía Política Argentina, CEPA, entidad no gubernamental dirigida por el especialista Hernan Letcher, quien basa sus análisis en los boletines oficiales.
Desde 2016, cuando empezó la gestión de Macri, aumentaron las empresas que bajaron sus ventas y se endeudaron, hasta el punto de no poder enfrentar sus compromisos, como los sueldos sus trabajadores, el pago a proveedores, el costo de los servicios y las deudas con el sistema bancario.
En los primeros nueve meses de este año el número de firmas que tuvieron que declararse en insolvencia y solicitar una administración especial encargada de negociar con los acreedores para seguir funcionando fue de 475, casi todas ellas en la capital y las provincias de Córdoba y Buenos Aires.
Se trata de los tres lugares que concentran el 61 por ciento del total de empresas registradas en todo el país, y los más afectados por las políticas del gobierno de la coalición Cambiemos.
En cuanto a las que quebraron definitivamente, el número se elevó a 728 casos. Ambas situaciones, las bancarrotas y las insolvencias se aceleraron en julio, agosto y septiembre y son una clara muestra de la crisis económica y financiera que azota a la nación austral.
Los datos del gobierno no desmienten esta grave situación. Según las estadísticas oficiales en los últimos cuatro años casi 22 mil empresas cerraron, la tasa de desempleo llegó al 10,6 por ciento, superando los dos dígitos en el segundo trimestre de 2019 y la caída de las ventas en los comercios llevaba en agosto 14 meses consecutivos.
Por sectores, prácticamente todos están comprometidos en esta crisis, es decir los servicios, el comercio y la industria e incluso la agricultura.
No en balde en sus palabras a sus seguidores cuando fue electo presidente de Argentina, el 27 de octubre, Alberto Fernández se comprometió a reabrir las fábricas y otros negocios y darle trabajo a la gente.
No será una tarea fácil, por supuesto, porque en materia de destrucción un tsunami no habría hecho más daño que las políticas neoliberales de Mauricio Macri.