Por Maria Josefina Arce

Colombia está indignada. El presidente Iván Duque no solo ocultó la muerte de ocho niños durante un bombardeo en agosto pasado contra un campamento de supuestos guerrilleros en Caquetá, sino que en ningún momento ha lamentado el deceso de los menores.

El mandatario incluso, ha elogiado al por entonces ministro de Defensa Guillermo Botero, quien renunció al cargo en los últimos días por su cuestionable actuación en el hecho que ha causado honda conmoción en la nación sudamericana.

En una ceremonia de ascensos de la policía en Bogotá, en una acción incalificable rindió homenaje Duque al ex titular de Defensa, de quien dijo ha dejado al país una gran lección de vida, cuando debió decir de muerte.

El escándalo sobre la matanza, ocultada durante meses por el gobierno, se desató la pasada semana durante un tardío debate en el Senado, que llevó a la esperada dimisión de Botero.

Pero en su carta de renuncia Botero no reconoce su responsabilidad por el hecho, ni responde a otras acusaciones por el retorno de los falsos positivos, nombre con el que se conoce al asesinato de civiles que eran presentados por los militares como guerrilleros. .

Múltiples han sido los cuestionamientos a la postura asumida por el gobierno, del que demandan un cambio en la política de defensa, basada en la implementada durante la presidencia de Álvaro Uribe, de 2002 al 2010, bajo el nombre de Seguridad Democrática y que condujo a violaciones masivas de los derechos humanos.

El hoy Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, otrora guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, señaló que pruebas del fracaso de esa política son el asesinato de líderes sociales y antiguos rebeldes, así como la matanza de indígenas.

La renuncia de Botero no ha calmado los ánimos, cada vez más caldeados. El vicepresidente del Senado Alexander López afirmó que interpondrá una denuncia ante la Corte Penal Internacional contra Duque, quien en su momento dijo que había autorizado la operación, la cual se había llevado a cabo con el más alto rigor.

López también presentará su denuncia ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.

Errores y escándalos han hecho que vaya en picada la aceptación de Duque, cada vez más en entredicho tanto en el pleno nacional como internacional, pues a su cínica y bochornosa actitud ante la muerte de los menores, se suma su ridículo ante la ONU por seguir el juego a Estados Unidos, y presentar pruebas falsas contra el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.