Por: Roberto Morejón

Cuba procura diversificar su comercio y captar más inversiones extranjeras, como una necesidad de sus planes de desarrollo y ante la agudización del bloqueo de Estados Unidos.

La persecución financiera del gobierno de ese país y las presiones a potenciales inversionistas en Cuba son notables, cuando aplica la extraterritorial Ley Helms Burton.

Hombres de negocios con proyectos ya cuajados en la mayor de las Antillas recibieron amenazas y fueron emplazados en tribunales estadounidenses, por supuestamente traficar con propiedades nacionalizadas en el archipiélago caribeño.

Sin embargo, en el año en curso la inversión extranjera se amplió en Cuba en el turismo, energía renovable, minería y la agroindustria.

En medio de tantos apremios de Washington, persisten personas con capitales, tecnologías y mercados con confianza en el ámbito cubano y en la existencia de un cuerpo legal seguro y transparente.

Así lo evidencian los acuerdos firmados en la recién celebrada Feria Internacional de La Habana.

En la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, al oeste de la capital, formalizan negocios, con 49 aprobados, de los cuales 21 están en operaciones.

Ahora bien, resta mucho para alcanzar las metas trazadas y conseguir más de 2 mil millones de dólares anuales en inversiones, como exige la economía de este país pobre y cercado.

De ahí la importancia de la puesta en marcha de la Ventanilla única, un portal web que abreviará las tratativas de los empresarios cubanos para la importación y exportación de mercancías y el establecimiento de negocios.

A partir de enero próximo los trámites en esa dirección hoy contabilizados en 16 pasos se reducirán en más de 90 por ciento.

Igualmente los cubanos viabilizarán los permisos y licencias para emprendimientos con capitales externos, hasta ahora expuestos a demoras indeseables.

El Ministerio cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera fortalece asimismo la capacitación del personal participante en las conversaciones para cumplimentar proyectos de inversión.

A su vez, Cuba aguarda con confianza el conocimiento en el exterior de la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera 2019-2020.

El portafolio lo integran 460 propuestas, la mayoría en turismo, petróleo, agroalimentos e industrias.

Se trata de sectores requeridos de recursos que ayudarían a propiciar encadenamientos productivos, fomentar exportaciones y sustituir compras fuera de fronteras.

Nadie piensa aquí que el objetivo será fácil y habrá que perseverar ante la beligerante política de la administración de Donald Trump, capaz de todo, hasta de interceptar el envío de combustible a la patria de José Martí. FIN