Por: Roberto Morejón

Fidel Castro, uno de los grandes líderes de la historia, tuvo especial dedicación al estudio e interpretación de la historia y un nexo entrañable con América Latina y el Caribe.

Desde su participación en las demostraciones populares en Colombia en mil 948 tras el asesinato del líder Jorge Eliécer Gaytán hasta la fundación del ALBA, el pensador cubano siguió de cerca e incluso fue actor en hechos cruciales de la región.

Si bien la mayor de las Antillas quedó excluida del ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas, el líder histórico de la Revolución Cubana percibió el peligro del plan.

El proyecto culminó en revés por la acción del  argentino Néstor Kirchner y el venezolano Hugo Chávez, entre otros.

Fidel, como comúnmente lo llaman en Cuba, denunció la intervención de Estados Unidos en Nuestra América.

Gran amigo del presidente chileno Salvador Allende, el abogado que expusiera el alegato “La historia me absolverá” hizo una disección de las causas y consecuencias del golpe contra la experiencia socialista en Chile, en mil 973.

Solidario con los movimientos revolucionarios y políticos, Fidel Castro alertó sobre el impacto del régimen neoliberal.

Esa variante de capitalismo salvaje, alertó el dignatario, devora las economías y ahonda la desigualdad, una enseñanza para el subcontinente, hoy escenario de protestas sociales.

Fervoroso partidario de la integración respetando diferencias, el genial comunicador delineó caminos de lucha y libertad para la Patria Grande, hasta concretar con Hugo Chávez el ALBA, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.

El defensor de la paz y generador de ideas nacido en el oriental poblado cubano de Birán, se erigió en uno de los más sobresalientes intérpretes de la doctrina del Héroe Nacional José Martí, en su devoción por los países hermanos.   

Los aportes teórico-prácticos de Fidel Castro a la elaboración de estrategias y tácticas de lucha y resistencia de los pueblos del Sur empobrecido quedaron en la memoria.

A su conciencia latinoamericanista y antimperialista contribuyó marcadamente su permanente análisis de las tradiciones y raíces de Cuba y sus vecinos.

La historia tuvo un sentido clave para Fidel Castro al encontrar allí las raíces de la identidad de su pueblo, de sus problemas y eventuales soluciones.

No por casualidad, en sus discursos, artículos, entrevistas y diálogos aludía a sucesos históricos, con sorprendentes precisiones acerca de personas, fechas y lecciones.

La evolución de la humanidad se transformó en punto de partida de NO pocos de sus análisis, y en el tercer aniversario de su desaparición física se reafirma su sitial como referente para la historia.