Por María Josefina Arce
Bloqueada desde hace casi sesenta años por Estados Unidos, ha tenido Cuba que hacer ingentes esfuerzos para garantizar la seguridad alimentaria de sus ciudadanos, que la política hostil norteamericana pone en riesgo.
Sin embargo, la Mayor de las Antillas ha sido capaz de cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio referido a la eliminación del hambre y de otros flagelos que aún azotan a la humanidad.
Se han tenido que sortear muchos obstáculos, pero el gobierno tiene entre sus prioridades la máxima atención a los programas alimentarios, que reduzcan las importaciones, permitan el ahorro de divisas y lleven a una agricultura más eficiente y rentable que de respuesta a las demandas de la población.
Los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en abril de 2011, apuntan a encontrar soluciones del desarrollo sostenible, a más largo plazo, que conduzcan a una autosuficiencia alimentaria pues el 80% de los alimentos que consume la población son importados, cuando existen condiciones para su producción nacional.
En ese camino se ha trabajado y chequeado constantemente por las máximas autoridades del país los distintos proyectos existentes, muchos de los cuales cuentan con la colaboración de otras naciones y de organismos internacionales como el Programa Mundial de Alimentos y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
En los últimos días el presidente Miguel Díaz-Canel evaluó la marcha de las iniciativas para incrementar la capacidad productiva de la nación y lograr una alimentación suficiente, diversa, balanceada, sana e inocua, con la consecuente reducción de la dependencia de medios e insumos externos.
Se pasó revista al programa de frutales, que ha permitido producir hasta la fecha 96 mil 500 toneladas de ese rubro, cifra que representa el 88 por ciento de lo planificado.
Otro de los proyectos que se desarrollan actualmente cuenta con la cooperación de Turquía en la central provincia de Santi Spíirtus y está destinado a incrementar la siembra de granos como el garbanzo.
Recuperar las flotas pesqueras, tanto la de alta mar como la de la plataforma insular, es otra de las acciones que lleva a cabo la nación para incrementar los niveles de captura.
A este esfuerzo se ha sumado la colaboración de la Federación de Rusia, con la cual se diseñan proyectos que son fruto de la más reciente visita de trabajo realizada a ese estado euroasiático por el Jefe de Estado cubano.
También se efectúan una serie de inversiones en la Industria Alimentaria para su modernización, en aras de incrementar su capacidad productiva, con el consecuente impacto en las exportaciones, la sustitución de importaciones y la variedad en la oferta de alimentos a la población.
Las autoridades cubanas hacen un seguimiento priorizado de las acciones que se realizan para incrementar la producción de alimentos en el territorio nacional, pues alcanzar la seguridad alimentaria continúa siendo hoy una meta para Cuba, ante el recrudecimiento del bloqueo norteamericano.