Por: María Josefina Arce
Más de 400 millones de personas en el mundo padecen de diabetes, una grave enfermedad que a largo plazo puede dañar distintos órganos como los riñones, el corazón y los ojos.
Este mal avanza inexorablemente y el mayor incremento se ha registrado en la diabetes mellitus de tipo 2, vinculada a un estilo de vida poco sano, de acuerdo con los especialistas.
En Cuba un sistema de salud gratuito y universal ha permitido mantener un eficaz control de la enfermedad y una atención esmerada a quienes la padecen. De hecho el país está considerado como uno de los de mejor control glucémico de sus pacientes en toda América.
La Mayor de las Antillas se ubica en el segundo lugar, luego de Canadá en cuanto a mortalidad por diabetes como causa básica. En el diagnóstico temprano desempeña un papel esencial el Médico de la Familia, que al conocer y estar atento a la comunidad donde labora y vive puede detectar esos casos, orientarlos y poner tratamiento.
Pero también llevar a cabo, junto a otros especialistas, una terapia de familia, pues las enfermedades crónicas no son de una sola persona, sino que involucran a quienes te rodean, conviven contigo y te ayudan.
Sin embargo, su desempeño va más allá y tiene una especial incidencia en la prevención de este mal. En charlas y conferencias el médico de la comunidad orienta como evitar y controlar la diabetes.
En Cuba todos los pacientes tienen garantizados los tratamientos, como los glucómetros, medicamentos y lo que la industria biofarmacéutica nacional pone en función de las personas con esa dolencia.
En ese sentido destaca el HEBERPROT-P, medicamento insignia de la biotecnología cubana, que ha significado un cambio en la calidad de vida de las personas aquejadas con úlcera de pie diabético.
Este fármaco, único de su tipo en el mundo, ha probado su eficacia para evitar la amputación de los miembros inferiores y está a disposición de todos los pacientes cubanos, previa consideración del médico.
HEBERTPROT-P también ha llegado a otras naciones del mundo, donde los especialistas han valorado altamente la efectividad del producto, con un impacto evidente en casi el ciento por ciento de los pacientes.
No solo en Cuba sino en otros países se ha tratado con este medicamento a pacientes con úlceras muy complejas que no habían respondido a otros procedimientos y en muchos casos, gracias al fármaco cubano, las lesiones cicatrizaron completamente. La diabetes es considerada a nivel mundial una catástrofe en salud.
Por eso en Cuba se mantiene un control eficaz de los pacientes, pero también se desarrolla una labor preventiva y de pesquisaje, pues muchas personas desconocen que pueden padecer esta dolencia.
Tampoco se descuidan las investigaciones que permitan la obtención de nuevos fármacos que, como el HEBERPROT-P, mejoren la calidad de vida de los afectados por la diabetes.