Por: Roberto Morejón

La trigésimo primera Reunión Intersesional de la CARICOM, Comunidad del Caribe, trabajó arduamente a favor de la unidad, atendió problemas emergentes de salud y discutió asuntos vitales relacionados con la seguridad, transporte, cambio climático y prevención de desastres naturales.

Los jefes de gobierno y demás representantes de los 15 Estados miembros tuvieron un encuentro en Barbados de gran importancia, ante el cual surgieron expectativas, dados los intentos de fuerzas externas de dividir a ese bloque, caracterizado por sus vínculos fraternos. 

Debe recordarse que recientemente visitó el Caribe el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, quien reiteró el tradicional discurso  prepotente de la administración a la que sirve y trató de sembrar discordias en relación con Venezuela.

En ese contexto complejo resultó llamativo que los dignatarios caribeños mostraron preocupación por el auge de sanciones del gobierno estadounidense contra Cuba y rechazaron la campaña contra la cooperación médica de La Habana, con valiosa presencia en el Caribe.

Los líderes de la CARICOM siguieron la pauta muy atinada manifestada por la secretaria general, Mia Motley, también primera ministra de Barbados, a favor de una unidad que debe prevalecer ----dijo--- por encima de diferencias ideológicas y políticas.

Ese enfoque ayudó a los participantes en la cita a abordar con resolución asuntos medulares como la amenaza de la epidemia de coronavirus que afecta a China y reportó casos en otros países.

Para fortuna de los lugareños, la Agencia de Salud Pública del Caribe con sede en Trinidad Tobago encabeza con acierto los esfuerzos para frenar que el virus llegue al área geográfica.

Los congregados coincidieron asimismo en la necesidad de imprimirle velocidad a la implementación del Mercado Único y de Economía de la CARICOM, aun en medio de limitaciones materiales y de recursos humanos, pues se requiere facilitar el libre movimiento de bienes y servicios.

Para el Caribe resultó estimulante conocer la marcha del Fondo de Desarrollo, comprometido con los avances de la región, como se ilustró con la firma de un acuerdo de financiamiento a Antigua y Barbuda, agobiada por un desastre natural.

Las perspectiva de contar con fondos para proyectos de interés constituye una buena noticia en un espacio geográfico con dificultades en asuntos de seguridad, transporte y resiliencia frente al cambio climático, esta última referida a la capacidad de superación de circunstancias traumáticas.

Pero ante tales desafíos la CARICOM confía en poder afrontarlos gracias a la solidez de sus lazos.

Además, el bloque se presenta ante el mundo con su peculiar firmeza ante las presiones provenientes desde el exterior.