Por: Guillermo Alvarado
La economía mundial está gravemente afectada por la pandemia de Covid-19, lo que podría dar al traste con la tímida recuperación registrada en los últimos años y conducir a una etapa de recesión con resultados impredecibles, tanto en países desarrollados como en las naciones pobres, advirtieron expertos.
Ángel Talavera, jefe de análisis de Oxford Economics para Europa, explicó que cuando la enfermedad alcanzó graves proporciones en China se produjo un déficit en la oferta, sobre todo en el área tecnológica, que dañó la cadena internacional de insumos.
Sin embargo, cuando se difundió por Europa, la situación se complicó con una caída en la demanda debido a las medidas urgentes adoptadas por países como Italia, España, Francia y Alemania, que hicieron el efecto de un corto circuito en la marcha de la economía.
El precio del petróleo se derrumbó, la producción se paralizó, los mercados de valores se hundieron y el consumo está en mínimos, un escenario para el que no existen programas de contingencia.
Joan Roses, de la Escuela de Economistas de Londres, comparó la situación con la crisis de los años 30 del siglo pasado y dijo que la lección a aprender, hoy como entonces, es la cooperación. “Si empobreces a tu vecino, acabas empobreciéndote a ti”, agregó.
En primer ministro de Francia, Edouard Philippe, dijo que el país se enfrenta a la peor crisis sanitaria en los últimos cien años, que provocará un frenazo brutal y masivo a la economía y al modo de vida de la población, no sólo allí sino en toda Europa y el mundo en general.
La primera potencia económica mundial, Estados Unidos, tampoco fue inmune al ataque de la Covid-19, que puso fin a varios meses de crecimiento y derrumbó al mercado bursátil de Wall Street.
En ese país reina una gran incertidumbre pues se teme que la cifra de contagios y fallecimientos sea mucho mayor de lo que presentan las estadísticas oficiales.
Respecto a nuestra región el panorama no es alentador AlejandroWerner, analista del Fondo Monetario Internacional, advirtió que el impacto de la pandemia para América Latina y El Caribe será muy fuerte.
Varios países que dependen de la venta de petróleo están muy dañados por la caída del precio del crudo en el mercado internacional. A ello se suma la fuga masiva de capitales, la contracción casi total del turismo, la ausencia de inversión extranjera directa y la ruptura de las cadenas de suministros por la paralización de la economía en el
mundo desarrollado, que forman una combinación letal.
Sobre la duración de estas perturbaciones hay más preguntas que respuestas pero hay algo que está claro: las cosas no deberían volver a ser como antes. Si algo podemos aprender de esta grave crisis es que hace falta cambiar el irracional modelo de producción y consumo y vivir de otra manera.