Por Maria Josefina Arce
Múltiples son las medidas adoptadas por el gobierno cubano para salvaguardar la salud de los ciudadanos ante la COVID 19. Detrás del cumplimiento de estas disposiciones hay un gran número de representantes de diversos sectores, entre ellos los trabajadores sociales.
Esencial ha sido el papel desempeñado por estas personas, que están en contacto directo con la comunidad para atender de cerca a los sectores poblacionales más vulnerables, a los que ya antes de la pandemia brindaban una asistencia personalizada.
Ahora intensifican su humanitaria labor y prestan especial atención a ancianos que viven solos, madres de hijos con discapacidad y personas con movilidad restringida o que guardan cama por diversas enfermedades.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feito, precisó que conocer los problemas que presentan los núcleos familiares y cómo pudieran ser solucionados está en el centro de la atención de estos trabajadores sociales, a quienes el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, calificó como médicos del alma.
La titular cubana señaló que entre sus labores está realizar trámites, entrega de alimentos y medicamentos, así como el pago de las pensiones y prestaciones de la seguridad y asistencia social en las casas.
Cerca de cinco MIL trabajadores sociales están en estos momentos sobre el terreno y muchos de ellos dando su aporte en los centros donde se mantienen aislados los ciudadanos que han tenido contacto con personas infectadas con la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Surgido en el 2000 por iniciativa de Fidel Castro, este movimiento de gran impacto social ha tenido una activa participación en los diversos programas que para el beneficio de cada cubano desarrolla el gobierno.
Un total compromiso con la política de justicia social puesta en marcha por la revolución caracteriza a estos trabajadores, quienes también han apoyado la formación de colegas de naciones como Venezuela y Bolivia.
Solidaridad, altruismo, abnegación y mucho amor caracteriza la labor en Cuba de los trabajadores sociales que cuentan con la capacidad y profesionalidad necesaria para apoyar los proyectos de transformación social llevados a cabo por la revolución.
