Por: Guillermo Alvarado

Luego de varios años de estancamiento, el caso por la desaparición de 43 estudiantes de una formadora de maestros de Ayotzinapa, estado mexicano de Guerrero, comenzó a moverse en una nueva dirección que desmonta las versiones defendidas durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.

Así lo dijo en declaraciones al diario la Jornada el titular de la Fiscalía General de la República, FGR, Alejandro Gertz Manero, quien afirmó que por fin había caído la denominada “verdad histórica” con la que autoridades policiales y de justicia pretendieron cerrar las investigaciones sobre este crimen.

Se refiere a la hipótesis de que los jóvenes fueron capturados por guardias municipales de la ciudad de Iguala a donde habrían llegado para exigir mejores condiciones de estudios, luego entregados a una banda criminal que los habría matado e incinerado los cuerpos en un basurero cercano.

Los hechos ocurrieron durante la noche del 24 al 25 de septiembre de 2014 y  hubo sospechas de la participación de policías federales y hasta del ejército, pero el jefe de la Agencia Federal de Investigación, Tomás Zerón, se negó a modificar un milímetro la versión oficial.

Incluso un grupo independiente de forenses internacionales comprobó que en el basurero de Cocula no había combustible suficiente para formar una hoguera que redujera a cenizas 43 cadáveres. Vecinos del lugar señalaron, además, que en esos días llovió intensamente en la región.

Gertz Manero dijo que se tienen suficientes evidencias de cómo ocurrieron en realidad los hechos, del sitio donde tuvieron retenidos a los estudiantes, cómo fueron torturados y luego ejecutados.

Osamentas descubiertas en diversos lugares fueron enviadas al laboratorio de la Universidad de Innsbruck, Austria, para su identificación.

Se consiguieron también 46 órdenes de captura para ex funcionarios y otras personas del estado de Guerrero y se expidió un llamado internacional de detención contra Tomás Zerón, considerado el cerebro de la conspiración para proteger a los autores materiales e intelectuales de esa matanza.

Los familiares de los 43 de Ayotzinapa han mantenido una presión constante para que salga a luz la verdad, que podría estar ahora mucho más cerca.

Guerrero es un estado ubicado en las costas del océano Pacífico, con gran presencia de mafias del narcotráfico que pelean entre sí por el control de las zonas de cultivo y tránsito de estupefacientes, lo que ha generado una violencia inusitada que mantiene como rehén a la población civil.

En esta sorda lucha y la colusión de las autoridades se inscribe la desaparición de estos jóvenes, una de las muchas manchas que ensombrecen el gobierno de Peña Nieto, finalizado el 30 de noviembre de 2018.