Jugando con Fuego

بقلم: Maite González Martínez
2020-07-27 07:43:49

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Imagen / La Jornada Videos

Por: Guillermo Alvarado

Las protestas contra el racismo continuaron durante el fin de semana en varias ciudades de Estados Unidos, alimentadas ahora por la decisión del presidente Donald Trump de enviar fuerzas federales para reprimir y detener a los manifestantes, lo que equivale a ponerle gasolina al fuego.

En Porland, Oregon, donde se cumplieron ya 50 días de marchas en repudio al racismo y la brutalidad policial, decenas de miles de personas se enfrentaron a agentes federales que custodian el Palacio de Justicia.

La gente lanzaba fuegos artificiales, botellas y piedras contra el edificio y los oficiales ripostaron con gases pimienta y lacrímógeno, así como balas de goma, en una inusual batalla.

Una imagen semejante ocurrió en la ciudad se Seattle y otra decena de urbes, mientras al menos dos jueces se negaron a ordenar el repliegue de los federales, o prohibir el uso de productos tóxicos.

El presidente Trump atiza el fuego al calificar a quienes participan en las marchas como revoltosos y terroristas, y pide  usar toda la fuerza posible.

Además acusa a los manifestantes de propagar el virus de la covid-19, sin recordar que él mismo ha organizado actos públicos sin que los asistentes usen ningún medio de protección.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU denunció las tácticas de mano dura y el trato discriminatorio empleados por los agentes federales contra los civiles desarmados y periodistas que cubren los hechos.

De acuerdo con la vocera Elizabeth Throssell, las manifestaciones deben transcurrir de manera pacífica y sin que los participantes tengan el temor de sufrir agresiones físicas o detenciones arbitrarias.

Se refiere a la práctica de capturar a cualquier persona sin ningún motivo determinado, introducirla en vehículos sin identificación y llevarla con rumbo desconocido, lo que viola las leyes y los derechos humanos.

Las víctimas del abuso de autoridad a manos de policías estadounidenses deben tener derecho a "investigaciones rápidas,

independientes, imparciales y transparentes", reclamó Throssell. Vienen ahora a la memoria las palabras del ex secretario de Defensa, el general Jim Mattis, quien dijo que Trump es el primer presidente de Estados Unidos que no busca unir a la sociedad, ni siquiera lo pretende. Lo que hace es dividir cada vez más.  Lleva tres años en ese intento.



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