Por María Josefina Arce
Los planes de la derecha para eliminar candidatos de partidos progresistas se han ido perfilando abiertamente en los últimos meses. Un claro ejemplo son Bolivia y Ecuador, donde se ha utilizado el sistema judicial con este fin.
En Bolivia las autoridades golpistas buscan inhabilitar al MAS, Movimiento al Socialismo, y a su aspirante Luis Arce, a través de falsas acusaciones ante la justicia.
Similar guión se sigue en Ecuador, donde el gobierno del presidente Lenín Moreno ha ido más allá para intentar quitar del medio de cara a los comicios de febrero de 2021 al ex mandatario Rafael Correa, víctima de persecución política y quien concluyera su mandato hace tres años con una alta aprobación.
Correa incluso ha sido condenado a 8 años de cárcel, en ausencia, por supuestos vínculos a un caso de soborno, por el que también fue sentenciado el ex vicepresidente Jorge Glass.
La condena, ratificada la pasada semana por el Tribunal de Apelación de la Corte Nacional de Justicia, inhabilita políticamente por 25 años a Correa, quien reside en Bélgica desde que finalizó su mandato y sobre quien pesaba una orden de detención, pedida por Ecuador a la INTERPOL.
Pero en este capítulo la falsa trama contra el ex presidente fracasó. En los últimos días la Organización Internacional de Policía Criminal rechazó la petición de alerta roja contra Correa.
La INTERPOL, mediante un oficio enviado a la Oficina de la entidad en Quito, afirma que se determinó que es improcedente hacer efectiva una cooperación dentro del espíritu universal de los derechos humanos, en un reconocimiento a la persecución política de que es objeto Correa.
Por diez años gobernó Ecuador, fue electo en las urnas en tres ocasiones, dio al país andino una nueva constitución y durante su gobierno obtuvo los más altos porcentajes de aceptación y credibilidad registrados en la historia política de esa nación.
Las autoridades temen por la presencia en el proceso electoral del movimiento Fuerza Compromiso Social, partido de Correa, que lidera la preferencia del electorado.
Otro golpe al gobierno de Lenin Moreno fue la reciente decisión del Tribunal Contencioso Electoral de revertir la suspensión de cuatro partidos opositores, entre ellos Fuerza y Compromiso Social, que encabeza el expresidente Correa, que podrán ahora participar en los comicios de 2021.
Ecuador ha retrocedido a los años antes de la llegada a la presidencia de Correa. Los más pobres no son tenidos en cuenta y el país, ahora azotado con fuerza por la COVID 19 por la ineficacia del gobierno, vuelve a enfrentar un inestable escenario político, económico y social.