Mali: Golpe en golpe

بقلم: Lorena Viñas Rodríguez
2020-08-20 07:17:22

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Foto: DW.

Por: Guillermo Alvarado

Luego de varias semanas de protestas que costaron la vida a entre 14 y 24 personas, las fuerzas armadas de Mali dieron un golpe de Estado contra el gobierno del presidente Ibrahim Boukabar Keita, uno más en la accidentada historia de ese país, ubicado en el África Occidental.

Se trata de un territorio con una herencia cultural rica, sede de tres imperios entre los siglos IV y XV que llevaron a la ciudad de Tombuctú a convertirse en un centro cultural de gran importancia regional, hasta su desmantelamiento por fuerzas marroquíes en 1591.

A partir de 1864 tropas europeas comenzaron a invadir la región y desde 1895 Mali, entonces nombrada Alto Senegal-Níger, fue incorporada al África Occidental Francesa, junto a Mauritania, Burkina Faso y la actual Níger.

La independencia se concretó en 1960, cuando se proclamó la República de Mali, que nunca ha logrado ser una nación estable pues ha sido víctima de numerosas asonadas, guerras con sus vecinos, hambrunas y rebeliones.  

Tampoco ha logrado sacudirse de la tutela colonial francesa, que en enero de 2013 envió un fuerte contingente militar con el pretexto de impedir el avance de grupos extremistas y aún mantiene allí numerosas tropas como parte de la Operación Barkhane para controlar la región del sahel.

Es una zona que París considera estratégica para su seguridad, porque Mali comparte más de 840 kilómetros de frontera con Níger, donde está ubicada la mina de uranio a cielo abierto Arlit, explotada por la firma francesa Areva.

Francia es uno de los países más nuclearizados del mundo, con cerca de 80 reactores que generan tres cuartas partes de la electricidad consumida en la nación europea, y casi toda la materia prima proviene de Arlit.

Por eso, cuando en 2013 el presidente François Hollande mandó sus tropas a Mali, desplegó al mismo tiempo un contingente de fuerzas especiales para proteger su fuente de uranio en Níger.

De allí la reacción airada del actual inquilino del Palacio del Elíseo, Enmanuel Macron, ante los recientes acontecimientos en su antigua colonia y la exigencia de reinstalar de inmediato a Keita, un buen aliado de Francia.

El vocero de los golpistas, Ismael Wagué, jefe de Estado Mayor adjunto de la Fuerza Aérea, llamó a la sociedad civil y las fuerzas sociales y políticas a unirse para conseguir la fundación de una nueva República de Mali.

Es muy temprano para discernir entre el discurso y la realidad y saber si realmente los alzados se proponen crear un gobierno que vea más hacia las necesidades del pueblo que al exterior, pero no cabe duda de que si tal cosa ocurriera, las potencias occidentales tendrían buenos motivos para preocuparse.   



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