Por María Josefina Arce.
Los uruguayos se aprestan para ir a las urnas la próxima semana, en unas elecciones regionales programadas en un inicio para el pasado 10 de mayo y que tuvieron que ser aplazadas hasta septiembre por la COVID 19.
Intendentes, alcaldes, concejales y ediles serán escogidos en estos comicios en el país suramericano, donde, según establece la ley, el voto es obligatorio.
Encuestas de opinión revelan que el mayor número de gubernaturas o intendencias podrían ser ocupadas por el Frente Amplio, que gobernó Uruguay durante 15 años y concluyó su mandato con reconocidos avances en materia social.
La encuestadora de Equipos Consultora señaló que la organización tiene una preferencia de 51 por ciento, mientras que con un 37 por ciento está la coalición de derecha que gobierna el país desde marzo y que está integrada por los partidos Nacional, Colorado, Independiente, de la Gente y Cabildo Abierto.
Equipos Consultora señaló que la agrupación de izquierda se vislumbra como favorita para imponerse en Montevideo, uno de sus más importantes bastiones desde la década del noventa del siglo pasado.
Tres candidatos lleva el Frente a la contienda por la Intendencia de la capital: Daniel Martínez, Álvaro Villar y Carolina Cosse, quienes marchan bastante parejos en la preferencia del electorado.
Martínez es bien conocido, pues ya ocupó ese cargo, al que renunció en abril de 2019 para dedicarse de lleno a la campaña electoral como candidato a la presidencia de la nación.
El apoyo a los aspirantes del Frente sobre la oponente de la coalición gubernamental, Laura Raffo, ha llevado a los analistas a plantear que en Montevideo la interrogante es cuál de los tres será el vencedor.
Los comicios podrían ser una oportunidad para medir la fuerza del Frente, que en las elecciones regionales efectuadas hace cinco años sufrió un revés en varios departamentos.
Las elecciones del 2015 cambiaron el mapa político del Uruguay. El Frente perdió en regiones que hasta ese momento gobernaban desde hacía varios años.
En los resultados de la semana próxima podría influir la inexistencia de una política del gobierno a favor de los sectores más vulnerables ante la COVID 19. Uruguay ha visto en estos tiempos de pandemia resurgir las ollas populares que no se veían desde antes del 2005, cuando el Frente Amplio llegó al poder.
Los uruguayos también podrían dar un voto de castigo a la coalición gubernamental, en rechazo a la controvertida Ley de Urgente Consideración que trae aparejada recortes que afectan a los más humildes y polémicos artículos sobre la seguridad, que traen al recuerdo vivencias de la época de la dictadura militar.