Hombre fuerte del Gobierno de facto boliviano se aconseja con Almagro (+Fotos)

بقلم: Martha Ríos
2020-10-02 07:00:40

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Murillo ataca enconadamente al Movimiento al Socialismo. Foto: rcbolivia.com

Por Roberto Morejón/RHC

 El poderoso ministro boliviano de Gobierno, Arturo Murillo, viajó a Estados Unidos y con ello despertó interrogantes, dado su crucial papel en el gobierno de facto.

Considerado uno de los cabecillas más mordaces y de mayores lazos con los golpistas y la embajada de Estados Unidos, el alto funcionario se reunió en Washington con Luis Almagro.

NO está claro si buscó consejos con el secretario general de la OEA sobre cómo sabotear las elecciones del 18 de octubre en Bolivia, para arruinar los esfuerzos del opositor Movimiento al Socialismo de regresar al Palacio Quemado.

Como se sabe, la OEA sirvió en bandeja de plata a los extremistas de derecha el fabricado argumento del “fraude” en las elecciones de 2019, supuestamente a favor del expresidente Evo Morales.

Investigaciones posteriores desmontaron esa falacia de la que penosamente intenta defenderse Almagro, quien ahora podría auxiliar al gobierno de facto, encabezado por la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez.

La gobernante, quien renunció a la postulación presidencial con vista al 18 de octubre ante su carencia de seguidores, confesó sus desasosiegos por las opciones del Movimiento al Socialismo.

Los racistas instalados en el poder inventaron causas judiciales contra Evo Morales e integrantes de su partido, para neutralizar su ascendencia, pero están insatisfechos.

Ahora Murillo ataría cabos en Washington para un socorro ante una presumible conspiración contra un sufragio ordenado y transparente en Bolivia.

El apoyo de Almagro y Estados Unidos al golpe de Estado de 2019 le infunde esperanzas a los radicales de derecha. 

De ahí el viaje del activo ministro de Gobierno a Washington, donde, según sus críticos, también podría negociar escapatorias ante posibles imputaciones en su contra.

Así lo denunció el ex ministro boliviano Oscar Ortiz, quien tan pronto salió abruptamente del gobierno señaló a Murillo por concentrar el poder.

La partida de Ortiz y de dos ministros reflejó el caos e ineficaz gestión del equipo de Áñez, acusado de dilapidar recursos, actos corruptos y tramitar erráticamente la respuesta ante la pandemia.

De la responsabilidad de esa amarga ejecutoria NO se libra el empresario Murillo, el hombre encargado de atacar enconadamente al Movimiento al Socialismo.

Suficiente historial como para ser atendido amablemente por el reprochable Luis Almagro.



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