La viceministra de Salud, Marcia Cobas, defendió el derecho de Cuba a ser electa
para el Comité Ejecutivo. Foto: PL

por Pedro Martínez Pírez/RHC

Una de las grandes derrotas de la política anticubana del actual gobierno de los Estados Unidos ocurrió en días recientes, y nada menos que en Washington, cuando pese a la oposición yanqui fue electa Cuba para integrar durante los próximos tres años el Comité Ejecutivo de la OPS, Organización Panamericana de la Salud.

Durante los dos días de sesiones del 58 Consejo Directivo de la OPS, y a pesar de las muy fuertes presiones de la representante del Departamento de Estado yanqui, varios delegados de Estados Miembros de la Organización agradecieron y reconocieron a Cuba por la cooperación que ha brindado en el área de salud.

Nuestra enseña nacional se mantiene en la cima con el ejemplo de los internacionalistas de la salud.
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El gobierno de Estados Unidos, durante el 75 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York,  ha tenido también que tragar en seco ante el amplio reconocimiento mundial a Cuba por su cooperación en el campo de la salud.

Lo increíble es que el gobierno de Estados Unidos, en estos tiempos de pandemia y con un pésimo desempeño frente a la Covid 19, se emplee a fondo en una campaña para desacreditar el sistema cubano de Salud, como parte de la intensificación del genocida bloqueo contra una vecina y pequeña nación que goza del reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud.

Y lo peor es que la política de Washington logró que tres gobiernos de países de Nuestra América, Brasil, Bolivia y Ecuador, dieran por terminadas las misiones médicas cubanas, que tanta falta haría en la atención a esos pueblos, gravemente afectados por la pandemia de la Covid-19.

La solidaridad cubana ha llegado a decenas de países. Foto: Archivo

El crimen de lesa humanidad de Estados Unidos no es solamente contra Cuba, sino también contra los pueblos de las naciones cuyos gobiernos, obedientes a los dictados de Washington, prescindieron de la colaboración médica cubana para la cual en el mundo se desarrolla un formidable movimiento a favor de que se le otorgue el Premio Nobel de la Paz.

Como en Playa Girón, donde el imperialismo fue militar y políticamente derrotado en 1961, está claro que Washington eligió muy mal al tratar de derrotar a Cuba en el terreno de la Salud, uno de los baluartes de la Revolución Cubana.