Por: María Josefina Arce

La semana no empezó con buenas noticias para Sebastián Piñera. El multimillonario presidente chileno ha visto cómo sigue creciendo la desaprobación a su mandato.

En menos de siete días se elevó en cinco puntos  su impopularidad, que ahora es de 78 por ciento, de acuerdo con la última encuesta de Plaza Pública CADEM.

Piñera revive el fantasma de su primer mandato, de 2010 a 2014, cuando la aprobación a su gobierno fue en picada por el incumplimiento de sus promesas electorales y el manejo de las protestas estudiantiles contra el lucro de la educación, producto del modelo económico instalado en Chile durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Ahora fueron nuevamente los jóvenes quienes tomaron las calles el pasado año y sumaron a otros sectores para protestar contra la desigualdad existente en un país presentado falsamente como un milagro económico.

Y otra vez los manifestantes fueron violentamente reprimidos por los carabineros. Múltiples fueron las violaciones de los derechos humanos, de las que la mayoría de los chilenos responsabiliza al presidente.

Su manifiesto apoyo a las fuerzas represivas y al general Mario Rozas, hoy ex director de carabineros, ha incidido en el aumento de las críticas de la sociedad.

Hoy los chilenos piden insistentemente la renuncia del jefe de estado, a quien cuestionan también la ausencia de una ayuda oportuna y efectiva a los sectores más vulnerables durante la COVID 19.

Precisamente otra de las críticas es el ineficiente manejo de la pandemia por el ejecutivo y su fallido Plan de Retorno Seguro, que velaba más por la economía que por la salud y llevó al aumento del número de contagiados por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Otro de los factores que ha incidido en la imagen del presidente es la falta de transparencia en la cifra de fallecidos, una cuestión reiteradamente señalada por el Colegio Médico.

Es, además, cuestionado por su negativa a favorecer un segundo retiro por los ciudadanos de dinero del Fondo de Pensiones para hacer frente a la difícil situación económica, agravada por la COVID 19.

La realidad es que Piñera tanto en su primer mandato como en este segundo no ha contado con demasiada aceptación. Para gran parte de los chilenos el multimillonario  presidente vela más por los intereses de los ricos, que por los de la mayoría.