Imagen / Radio Ciudad Habana
Por: Guillermo Alvarado
Con motivo de conmemorarse el quinto aniversario de la firma de los Acuerdos de París, la Organización de las Naciones Unidas realizó la denominada Cumbre de la Ambición Climática, para renovar los compromisos de las naciones de luchar contra el calentamiento global.
Representantes de 77 países, organismos y empresas contactaron por medio de internet y coincidieron en la necesidad de proteger y aplicar el pacto firmado en la Ciudad Luz e impedir que a finales de este siglo la temperatura se eleve por encima de dos grados centígrados con respecto a la era preindustrial.
Si eso ocurriera, el planeta sufriría una serie de catástrofes muy superiores a las conocidas hasta ahora y se pondría en peligro la vida, no sólo de nuestra especie, sino de todas las demás.
Los Acuerdos de París sufrieron un fuerte golpe con la llegada a la Casa Blanca del magnate Donald Trump, quien nada más asumir su cargo sacó a Estados Unidos de ese mecanismo, a pesar de ser esa potencia una de las principales contaminadoras.
Este año, además, la pandemia de la covid-19 obligó a muchos gobiernos a desviar importante recursos para fortalecer su sistema de salud y restaurar la maltrecha economía.
Por eso, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió a los participantes que estos acontecimientos no impidan el cumplimiento de los compromisos de disminuir o detener la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero.
En realidad, aparte de la pandemia y la actitud egoísta del gobierno de Estados Unidos, ha habido poca voluntad política en muchos gobiernos durante este quinquenio para llevar a la práctica lo que se pactó en la capital francesa.
No obstante en la Cumbre del fin de semana se lograron determinados avances, como el compromiso de China de aumentar la cuota de combustibles no fósiles en el consumo de energía a alrededor del 25 por ciento para 2030.
Pakistán anunció que dejará de construir centrales eléctricas consumidoras de carbón y la India duplicará su objetivo de utilizar energías renovables.
Cuba dijo que en 2030 tendrá una matriz energética con un 24 por ciento de la generación eléctrica a partir de fuentes renovables; reducirá a la mitad el uso de combustibles fósiles en vehículos terrestres y aumentará la cobertura boscosa hasta un 33 por ciento.
Siempre que hablo de estos temas recuerdo la advertencia del genetista francés Albert Jacquard, de que la desaparición de los seres humanos del planeta sería una tragedia desde el punto de vista biológico, pero al día siguiente los animales, las aves y los bosques amanecerían más contentos.