Imagen / Asamblea Nacional Nicaragua
Por María Josefina Arce
Nicaragua fue una de las naciones de Centroamérica que en noviembre pasado sufrió los embates de los huracanes Eta e Iota, que provocaron cuantiosos daños a su paso por la región.
El seguimiento a los eventos meteorológicos, la oportuna información a la población y las medidas adoptadas por el gobierno del presidente Daniel Ortega impidieron que los daños fueran mayores.
El PMA, Programa Mundial de Alimentos, reconoció el trabajo desplegado por las autoridades sandinistas con la rápida evacuación de los pobladores de la región caribeña, a quienes se les garantizó refugio, alimentos y agua potable.
Durante una visita de tres días a territorio nicaragüense Miguel Barreto, director para América Latina y el Caribe de la agencia de la ONU, destacó también la respuesta del gobierno para la pronta recuperación.
Barreto recorrió las zonas afectadas por el impacto directo de los dos organismos tropicales y resaltó el apoyo de Managua a la visita.
El buen desempeño de Nicaragua fue posible a la labor mancomunada de los comités municipales y departamentales de prevención y mitigación con el ejército, la policía y otras instituciones.
El país Centroamericano trabaja intensamente para que cada institución cumpla su papel en la protección de las familias y crezca una nueva conciencia de prevención ante las amenazas naturales.
En ese camino el gobierno sandinista realiza desde hace 13 años los Ejercicios Nacionales de Prevención y Atención, en los que participa activamente la población.
Un elemento esencial es el monitoreo y la rápida información a la ciudadanía de los eventos meteorológicos por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales.
Ante el devastador azote de los huracanes Eta e Iota demostró Nicaragua estar preparada, gracias a los planes de prevención articulados por las autoridades sandinistas, que incluyen a todas las instituciones y a las familias nicaragüenses.