China libre de pobreza. Foto: Resumen Latinoamericano.

Por: Roberto Morejón

Junto a la buena noticia de mantener bajo control la pandemia por la COVID-19, China inicia el año 2021 con otra grata nueva, la de poner fin a la pobreza extrema, un sueño milenario ahora cumplido.

El gobierno chino tiene razones para celebrar la ardua tarea como “victoria total”, al crear lo que denominó otro increíble milagro, pues salieron de la pobreza extrema poco menos de 100 millones de personas en los últimos 8 años.

Dicho de otra forma, emergieron a niveles de vida más provechosos los residentes en 832 condados rurales y 128 mil pueblos, 10 años antes de lo fijado por la ONU en sus Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Con el progreso abandonaron su atraso regiones habitualmente menos desarrolladas a causa de su difícil geografía y contratiempos de transporte.

Desde que China lanzó el programa de reforma y apertura a finales de los setenta del siglo pasado, contribuyó a cerca del 70 por ciento del declive de la pobreza global durante ese periodo.

De acuerdo con el presidente Xi Jinping, el más reciente adelanto ha sido posible gracias a "un enfoque realista y pragmático" y a las ventajas políticas del sistema socialista.

Es cierto que todavía China debe trabajar por una sociedad con un bienestar más extendido en las ciudades, sobre todo las próximas a las costas, hacia donde marcharon migrantes del campo.  

Pero en esos sitios, con frecuencia superpoblados, se aplican emprendimientos mayúsculos.

Los gobiernos central y locales tienen una estrategia, como la mejora de las infraestructuras viales, promoción del turismo ecológico y el diseño de programas de adiestramiento profesional.

Si hasta ahora se hizo una faena tan encomiable para erradicar la pobreza extrema y situar al país en el segundo peldaño global en desarrollo económico, entonces es viable cumplir con expectativas más altas.

Las personas confían en el liderazgo nacional, encabezado por el presidente Xi Jinping, conocido por su tenacidad y subrayar, como hizo recientemente en el Foro de Davos, su apuesta por el multilateralismo en el mundo.

NO faltarán los artículos en la prensa occidental enfilados a mediatizar el más reciente éxito de China.

Sin embargo, su empuje hacia lo interno y en su proyección hacia el mundo, con la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, parecen indetenibles.