En varias naciones Latinoamericanas se incrementaron las llamadas a las líneas de ayuda, y se disparó la cifra de feminicidios. Foto / El Tiempo

Por María Josefina Arce

Las féminas vivieron un 2020 difícil y el presente año no parece ir por mejor camino. La COVID 19 vino a dejar al descubierto las desigualdades de género aún presentes en el mundo y que son una realidad para millones de mujeres, especialmente en las regiones más pobres.

"A menos que actuemos ahora, la COVID 19 podría borrar una generación de frágil progreso hacia la igualdad de género", afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterrez, el pasado año en un nuevo aniversario de la Conferencia de Beijing, la gran cita de 1995 sobre los derechos de las féminas

Y lo cierto es que la crisis económica y sanitaria que vive el mundo hace poco más de un año ha golpeado con mayor fuerza a las mujeres y las niñas, una situación por demás, nada nueva.

Para muchos expertos se vive una pandemia dentro de otra pandemia por la agudización de las vulnerabilidades de ese sector poblacional, que ha luchado durante siglos por sus derechos y el importante lugar que le corresponde en la sociedad.

La enfermedad causada por el nuevo coronavirus y las medidas de confinamiento para evitar su propagación ha afectado seriamente la economía informal, donde la mujer tiene una gran presencia y ya de por sí menos protección en materia laboral.

Las proyecciones apuntan a un aumento del 9,1 por ciento de la tasa de pobreza en este grupo poblacional. De hecho se estima que en este año por cada 100 hombres que vivan en la extrema pobreza habrá 118 féminas en igual situación.

La pandemia por demás, trajo un recrudecimiento de la violencia de género. Las disposiciones adoptadas por los diferentes gobiernos dejaron a mujeres y niñas atrapadas en sus casas y allí donde debían estar más seguras, la amenaza a su integridad ha sido mayor.

Está situación fue especialmente compleja en América Latina, calificada como la región más letal para este segmento de la población por la CEPAL, Comisión económica de la ONU para América Latina y el Caribe.

De hecho en varias naciones del área se incrementaron las llamadas a las líneas de ayuda, y peor aún se disparó la cifra de feminicidios.

Las mujeres se encuentran al frente de la batalla contra la COVID 19 como trabajadoras de la salud, ya sea como médicas, enfermeras, científicas y cuidadoras; sin embargo, ganan un 11 por ciento menos globalmente en comparación con sus homólogos masculinos.

Este es un 8 de marzo atípico, pues aunque en algunas naciones la COVID 19 no pudo impedir la toma de las calles, ha sido en las redes sociales dónde mayormente las mujeres han vuelto a dejar claro su fortaleza y deseos de luchar por nuestras prerrogativas, por nuestro derecho a la vida, pero a una vida mejor.