Por: María Josefina Arce

La COVID 19 hacía estragos en Estados Unidos.  El norteño país se convertía en el epicentro de la pandemia a nivel mundial y la administración del entonces presidente Donald Trump ponía por encima de la salud de los estadounidenses motivaciones políticas. Ignoraba la crítica situación y enfocaba sus esfuerzos en intentar entorpecer la ayuda médica cubana a otros pueblos.

Un reciente informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos de la vecina nación admite lo tantas veces denunciado por Cuba. Presiones y chantajes ejercía Washington para impedir que los profesionales cubanos apoyaran en otros territorios el enfrentamiento a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

No olvidemos el caso de Panamá, al que el documento hace referencia. Estados Unidos ofreció al país istmeño asistencia de los Centros de Control de Enfermedades para que rechazaran la ayuda de la Mayor de las Antillas en el combate a la COVID 19.

De acuerdo con el informe se intentaba frenar la influencia cubana en la región, un viejo pretexto que trata de ocultar la verdadera esencia de las brigadas médicas del archipiélago: salvar vidas en cualquier rincón del planeta.

Los médicos cubanos nunca han intervenido en los asuntos internos de los países en los que ayudan a las poblaciones más humildes, se acomodan a las normas existentes allí donde están y su objetivo es aliviar el dolor, curar y contribuir con sus conocimientos y dedicación a elevar los índices sanitarios.

Pero la administración Trump también desconoció el reclamo de varias ciudades estadounidenses de que se permitiera la colaboración médica con Cuba y el empleo de fármacos de la biotecnología, ante la compleja situación epidemiológica que vivía el norteño país.

La realidad es que bajo la administración Trump se intensificó la campaña contra la asistencia solidaria cubana, que infructuosamente intentan mostrar al mundo como " esclavitud moderna" y trata de personas.

Esos fueron los pretextos utilizados por el Departamento norteamericano de Estado, recuerda la agencia noticiosa Prensa Latina, para incluir a Cuba en su informe sobre la trata de personas de 2019 y 2020.

Como parte de esa campaña hasta a la OPS, Organización Panamericana de la Salud, chantajeó la Casa Blanca con dejar de pagar su contribución financiera si no se investigaba el Programa de Salud "Más médicos" de Brasil, en el que el país caribeño participó por solicitud de las autoridades brasileñas de 2013 al 2018 y se atendieron a más de 113 millones de personas.

Sin embargo, más allá de las cifras quedó el testimonio del agradecimiento y el cariño de los brasileños hacia los profesionales de la salud, que no querían dejar partir.

Una declaración de la cancillería cubana señala que la persecución norteamericana derivó en el cese de los programas de colaboración no solo con Brasil, sino también con Ecuador y Bolivia. Igualmente hay evidencias de coacción contra otros estados como Guatemala.

Las presiones no obstante, no lograron su vil objetivo. Cuba ha contribuido al enfrentamiento mundial contra la pandemia. Casi cinco MIL profesionales, pertenecientes a 56 brigadas médicas del Contingente Henry Reeve, prestaron servicios en 40 países.

Hoy nuestros médicos están nominados al Premio Nobel de la Paz y sobre todo tienen el reconocimiento y gratitud de los pueblos y la satisfacción de haber salvado numerosas vidas.