Elecciones en Ecuador y Perú. Foto: Archivo/RHC.

Por: Guillermo Alvarado

Los ciudadanos de dos países latinoamericanos, Ecuador y Perú, están en jornada de meditación y silencio electoral previo a la celebración mañana domingo de comicios presidenciales, con vistas a definir a sus autoridades para los próximos años.

En la mitad del mundo, Ecuador, se tratará de un día decisivo porque de los resultados que emanen de las urnas dependerá el futuro de esa nación al enfrentarse dos programas antagónicos.

Uno de ellos lo representa el aspirante progresista a la primera magistratura, el economista Andrés Arauz, de la coalición Unión por la Esperanza, quien se propone rescatar los principales logros de la Revolución Ciudadana encabezada por el expresidente Rafael Correa.

Arauz lanzó un llamado de alerta a todo el mundo recientemente porque la votación se realizará en medio de un estado de excepción impuesto por el gobierno de Lenin Moreno, que da poderes especiales al ejecutivo para movilizar al ejército y la policía si lo considera necesario.

De acuerdo con el candidato, esta situación podría prestarse para alterar el proceso e impedir una eventual movilización de parte de la población si estima que su voto fue burlado.

La otra corriente la representa el banquero Guillermo Lasso, un fanático de la doctrina neoliberal que mantendría las privatizaciones de empresas públicas y recursos naturales, así como la intromisión del Fondo Monetario Internacional en el manejo de la economía local.

Lasso, contra quien pesa una acusación por presunta evasión de impuestos, cuenta con el apoyo del gran capital ecuatoriano y foráneo y de los principales medios de comunicación en la radio, la prensa escrita y la televisión.

Aunque las encuestas siempre se inclinaron por Arauz, ciertos diarios, entre ellos El País, de España, insisten en hablar de un supuesto empate técnico en la intención de Voto.

En Perú las elecciones servirán para definir a los candidatos que pasarán a la segunda vuelta el 9 de junio, porque ninguno de los 18 contendientes rebasa el diez por ciento de las simpatías entre los electores.

Ese país lleva varios años sumido en una profunda crisis política, con  cambios en la presidencia incluidos, por lo que la confianza de los ciudadanos hacia los comicios es muy baja y se augura que eso influirá en la participación de los ciudadanos este domingo.

En ambos casos las elecciones ocurren en medio de una fuerte oleada de covid-19, lo que también hará que mucha gente opte por quedarse en casa para evitar el contagio con esa enfermedad.