Por: Roberto Morejón

 En la agenda del venidero octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba resalta la economía, tanto por sus dificultades como para abordar las estrategias hacia  su desarrollo.

 Los delegados a la reunión examinarán los resultados económicos y sociales del quinquenio precedente y las previsiones para el futuro inmediato.

 La economía cubana atravesó por complejidades ante el impacto del recrudecido bloqueo estadounidense, falta de financiamiento exterior y la pandemia por el nuevo coronavirus.

 Los estrategas admiten la existencia de problemas estructurales y deficiencias internas que NO han logrado resolverse enteramente.

 En efecto, después de experimentar un discreto crecimiento a un ritmo de 1 por ciento como promedio anual, la contracción del Producto Interno llegó a 11 por ciento en 2020. 

 Ese indicador refleja el golpe por la convulsión del comercio internacional, la reducción del turismo hacia estas costas y de la entrada de divisas, así como por las erogaciones para contrarrestar la COVID-19.

 Es cierto que en 2020 las autoridades aprobaron la

Estrategia económico-social para impulsar la economía y el plan de 2021 se enfiló a asegurar objetivos esenciales.

 Pero al margen de destinar financiamiento para adquirir alimentos, combustibles y la industria nacional, Cuba debió reducir importaciones y priorizar producciones autóctonas.

 Junto a esos derroteros resalta en 2021 el inicio del ordenamiento monetario, el cual integra la unificación monetaria y cambiaria, eliminación de subsidios excesivos y gratuidades incorrectas así como la transformación de salarios y pensiones.

 El ordenamiento debe coadyuvar al perfeccionamiento de la planificación socialista y a la utilización de nuevos instrumentos financieros en la administración de la economía.

 A la par alentará la empresa estatal socialista como eslabón principal de la economía nacional y otras modalidades de gestión como las cooperativas, el trabajo autónomo y la inversión extranjera.

  Perfeccionar el modelo de gestión del sector agropecuario, progresar en la informatización de la sociedad y adecuar la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano también figuran como prioridades.

 Por esa razón atraen la atención del octavo congreso del Partido Comunista, cuyos militantes aportarán ideas en la búsqueda de los mejores caminos para el desarrollo de las fuerzas productivas. FIN