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Por María Josefina Arce (RHC)

Estados Unidos presiona a otras naciones, fundamentalmente de América Latina y el Caribe, para que emitan declaraciones de condena a Cuba, como parte de la campaña que desarrolla contra nuestro país, mediante la cual tergiversa lo que acontece en el archipiélago.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez (en la foto) dio a conocer una "declaración conjunta" de condena a La Habana que oportunamente omite los hechos vandálicos reportados durante los disturbios del pasado día 11.

El jefe de la diplomacia cubana responsabilizó al Departamento norteamericano de Estado de su redacción para promoverla entre los miembros de la OEA, Organización de Estados Americanos.

Washington manipula la realidad cubana y sin embargo, mantiene un genocida bloqueo que afecta el enfrentamiento a la COVID 19, en medio de la crisis sanitaria que vive el mundo por la pandemia.

Pero el Caribe ha vuelto a dar una muestra de su actitud soberana y de solidaridad con Cuba. Ha rechazado las maniobras norteamericanas y en un comunicado en los últimos días ha reiterado su demanda de que se ponga fin al cruel e ilegal cerco económico.

Los países caribeños siempre han acompañado a la Mayor de las Antillas en su lucha por el levantamiento de la unilateral medida, que entorpece y frena su desarrollo socioeconómico. Año tras año han votado en la ONU a favor de la resolución cubana sobre la necesidad de poner fin  a esa hostil política que viola los derechos humanos.

 Pero también criticaron enérgicamente en su momento la inclusión nuevamente de Cuba en 2020 por la saliente administración de Donald Trump en la lista de países patrocinadores del terrorismo.

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El Caribe ha insistido asimismo, en todo momento, sobre la necesidad de la incorporación del archipiélago en los mecanismos interamericanos  de los cuales fue excluida unilateralmente por Estados Unidos, secundado por gobiernos lacayos.

En la Quinta Cumbre de las Américas, efectuada en 2009 en Puerto España, Trinidad y Tobago, el recién estrenado presidente estadounidense, Barack Obama, fue confrontado una y otra vez por buena parte de los estados latinoamericanos y caribeños por la ausencia de Cuba y el genocida bloqueo.

Era una demanda largamente ignorada por Washington y agradecida por Cuba, que vale recordar  nunca pidió ser invitada a esas denominadas Cumbres de las Américas y cuya participación, siempre dejó claro,  debía ser en igualdad de condiciones y con plenos e iguales derechos.

El Caribe ha mostrado una postura soberana y de apoyo al pueblo cubano. Ya en la década del 70 del pasado siglo ignoró las presiones y chantajes estadounidenses y estableció relaciones con su vecino, que pueden calificarse de excelentes.

Muchos aspectos nos unen. Ese mar que baña nuestras costas es un vínculo fuerte, pletórico de solidaridad y hermandad. En cierta ocasión el entonces presidente Raúl Castro subrayó que el Caribe siempre podía contar con Cuba y el tiempo ha demostrado que sin ninguna duda, Cuba también puede contar con el Caribe.