Por: Roberto Morejón
Si bien las obras del oprobioso muro levantado parcialmente entre Estados Unidos y México por el expresidente Donald Trump fueron paralizadas este año, todavía las consecuencias de tan disparatada iniciativa continúan latentes.
El Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO , Organización de Naciones Unidas para la Educación , la Ciencia y la Cultura , instó a Estados Unidos a detener definitivamente el levantamiento de la valla.
Entre sus motivaciones figuran los daños en la reserva de la biosfera a El Pinacate y Gran Desierto de Altar y en el paisaje y el hábitat de la vida silvestre.
La UNESCO atendió denuncias sobre las afectaciones a zonas protegidas por las partes del muro concebido y ejecutado, hasta donde pudo, por el ex inquilino de la Casa Blanca.
La tribu Tohono O·odham o pápagos, afincada en el territorio de la parte norte del estado mexicano de Sonora, presentó en 2017 las correspondientes denuncias, ahora corroboradas por la entidad internacional.
Hablamos de una zona colindante con el estado norteamericano de Arizona por donde se levantó la barrera, a pesar de una lluvia de críticas por el derroche de dinero convocado por Trump y el carácter humillante y provocador del engendro.
El propio magnate inmobiliario fue capaz de ordenar la extracción de miles de millones de dólares del presupuesto del Departamento norteamericano de Defensa para cubrir financieramente el plan.
Esos desvíos y los contratos correspondientes hoy están frenados, pero ahí quedan en pie 720 kilómetros de nuevas empalizadas creadas, la mayoría a través de desiertos y montañas al sur de Arizona, en lugares de gran interés medioambiental.
Trump, obsesionado por su idea de que el cambio climático sería un supuesto “cuento chino”, es el responsable del deterioro hoy corroborado por la UNESCO y que hubiera sido mayor en caso de ganar un segundo mandato.
Ahora la UNESCO pide a Estados Unidos trabajar conjuntamente con México para restaurar paisajes y hábitat de la vida silvestre amenazados por el muro.
Es una deuda contraída por Trump, pero el sistema que perfiló sus proyecciones políticas e ideas arteras debería ayudar a cubrir el déficit y saldar, si ello fuera posible, el impacto causado a etnias originarias.